Eso de que para los porteños, los platenses somos considerados negritos...

Más allá de los errores y aciertos del gobierno de Macri, hay algo que no nos cierra y desconcierta a nivel provincial. ¿Por qué Vidal sigue empecinada en tener un equipo porteño para cumplir funciones en La Plata?. Ciertas áreas continúan con directores que ella trajo, directores que transigieron desde un primer momento con jefes y subdirectores que quedaron boyando del kircherismo. 

Asustados estos al principio, luego, al ver el desconocimiento que traían los capitalinos no solo tendieron sus manos, sino que actualmente manejan espacios, dan directivas y son los mejores asesores de estos funcionarios que a poco de asumir, muchos de ellos, estuvieron a punto de renunciar y fueron rescatados por los “solidarios” anteriores. ¿Comodidad de la gobernadora, miedo al peronismo, conveniencia o un poco de todo?.

Emilio Monzó, dijo en una entrevista televisiva días atrás: “Nadie ajeno al distrito debería ocupar espacios”. ¡Qué se lo haga entender a Vidal! Las terceras líneas en la provincia siguen inamovibles. Es más, circulan en los pasillos de los ministerios, eso de que para los porteños, los platenses somos considerados negritos.

Existen direcciones donde la actividad es nula, donde los empleados van a cumplir horarios, donde los directores van una vez por semana, donde se cobra por lo que no se hace, donde no se produce nada, donde ex funcionarios kirchneristas enojados con el  macrismo no volvieron nunca a trabajar, y como si esto fuera poco señora, hacen oídos sordos a quienes los votamos, militamos, los ayudamos a subir al poder y cuando les presentamos propuestas porque conocemos, como dijo Monzó, cómo es la coyuntura administrativa en nuestra querida ciudad, cuando pedimos audiencia ni siquiera se dignan a contestarnos. Me pregunto: ¿A dónde quiere llegar con esta extraña forma de conducción María Eugenia?. ¿No se le pasará un segundo por su cabeza, que no dudo que es inteligente, que somos nosotros quienes le dimos los votos extras para que hoy estén en funciones, que somos nosotros quienes a partir de octubre, cansados de tanto silencio, empecemos a negarles los votos?. ¿No pensó que ante tanta apatía nos saturemos y pueda significar el principio de una caída libre del Pro?

Yo voté a Cambiemos pero el cambio aún no se ve al menos en la provincia de Buenos Aires. Está frase redundante sintetiza el pensamiento de una gran mayoría de empleados públicos, que aún, pese a ser ninguneados (otra palabra que está de moda), creemos que “Mariú”, en algún momento, recapacitará. 

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