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19 de marzo de 2017 | Historia
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Hipólito Yrigoyen: En búsqueda de un sueño
El partido de Hipólito Yrigoyen, cuyas tierras pasaron a manos del gobierno provincial tras la campaña al desierto del general Julio A. Roca, comenzó a conformarse a partir de 1901, cuando se estableció la estancia “La Porteña”.
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Sabino Mostaccio
Sabino Mostaccio
El partido de Hipólito Yrigoyen, cuyas tierras pasaron a manos del gobierno provincial tras la campaña al desierto del general Julio A. Roca, comenzó a conformarse a partir de 1901, cuando se estableció la estancia “La Porteña”.
La primera construcción de la zona fue un rancho que ofició de casco de la misma explotación, en una época en la cual la pampa bonaerense vivía una fiebre de expansión y desarrollo. El primer propietario fue Don Roque Quinteros, quien en 1904 transfirió las tierras a Don Máximo Boubee, quien impulsó los trabajos para la llegada del ferrocarril a esas tierras vírgenes.
La empresa Midland, propietaria del ferrocarril transpampeano que unía los puertos de Bahía Blanca (Buenos Aires) y Rosario (Santa Fe), se hizo cargo de los trabajos que culminaron en 1909. Y a la estación ubicada en terrenos de la estancia “La Porteña”, se la bautizó en homenaje al señor Frank Henderson, presidente del directorio de la compañía ferroviaria de capital inglés.
En su comienzo perteneciente al partido de Pehuajó, estas tierras comenzaron a adquirir importancia con los primeros loteos y el poblamiento impulsados por la gran vía de hierro. Así, alrededor del cordón umbilical de la estación ferroviaria, se desarrolló la flamante población de Henderson, aupada por su tierra fértil y el trabajo duro de su gente.
A principios de la década de 1920 comenzó a tomar forma el movimiento autonomista. Hubo un crecimiento inexorable, voluntariosamente los vecinos fueron dotando al pueblo y a esas tierras de una vida social y económica intensa, creando instituciones señeras como clubes sociales, un hospital, escuelas y bancos.
El 21 de enero de 1960, siendo presidente de la Nación Arturo Frondizi y gobernador de la provincia Oscar Alende, se promulgó el decreto 447 donde se consagró la autonomía municipal. El mismo fue publicado y reglamentado ocho días más tarde y el nuevo partido recibió el nombre de Hipólito Yrigoyen, en homenaje al primer presidente democráticamente electo de la historia nacional, y un nombre con una carga simbólica fuerte para una época en la cual la democracia argentina era bastardeada y mutilada por proscripciones, persecuciones y planteos golpistas militares.
El nuevo partido abarcó el trazado de la localidad cabecera de Henderson, que databa de 1913 y algunas hectáreas de tierra cedidas por su vecino Pehuajó. Como todo rincón de nuestra pampa, las tierras del municipio de Hipólito Yrigoyen vieron soplar los vientos agitados de nuestra historia y su pueblo luchó y lucha para reinventarse en un mundo en permanente cambio. Sin duda muchos sueños han sido acunados en tal noble tierra. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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