Se desató la guerra: El paro docente pierde fuerza y el gobierno redobla la apuesta

Si en algún momento existió una verdadera intención de resolver los puntos de diferencia y diseñar resultados para satisfacer los intereses de ambas las partes, parece haber quedado atrás. Hoy, en la mente de los gremios y los funcionarios provinciales no hay sino la decisión indeclinable de derrotar al otro, de torcerle el brazo hasta que levante, extenuado por el dinero o por la política, la bandera blanca de la capitulación.

La declaración de guerra la hicieron, en simultáneo, docentes y funcionarios en el curso de esta semana. Al salir de la última reunión paritaria, voceros de menor rango de los gremios docentes gritaron a los cuatro vientos lo que todos ya sospechaban: la propuesta de la provincia no había sido muy diferente de las anteriores, y se la había rechazado de plano. Así, los docentes decidieron dejar la tregua a un lado y saltar, lanzas en mano, al campo de batalla con un nuevo paro de 48 horas.

En respuesta, el ministro de Educación bonaerense Alejandro Finocchiaro aseguró que “no vamos a dar marcha atrás. No nos preocupa el desgaste ni perder las elecciones”. Desde el gobierno se maneja una sola hipótesis, que poco y nada tiene que ver con la composición salarial de los docentes o el nivel de educación en la provincia. El eje de la preocupación es que el tira y afloje tiene una raíz política, y busca el desgaste del gobierno de María Eugenia Vidal. En este sentido, Roberto Baradel, titular de Suteba fuertemente vinculado al Frente para la Victoria, tiene una parada electoral hacia la segunda mitad del año, en donde se pone en juego la conducción del gremio.

Finocchiaro, que no se ha caracterizado por su iniciativa o por un embravecido poder de decisión, cuenta con el respaldo del titular de la cartera de Hacienda, Hernán Lacunza, que aparece junto a él en casi todas las conferencias de prensa. Fue el mismo Lacunza el que sostuvo que "en cada reunión fuimos removiendo los obstáculos y las inquietudes de los docentes" pero aseguró que del otro lado "sólo había rigidez e intransigencia".

Los medios de comunicación se hicieron eco del súbito endurecimiento de las partes en conflicto. El portal de TN.com tituló: Vidal, enojada con los gremios docentes: "Dicen que Macri me dé la plata, ya me dio la plata", y en su bajada aclaró que “una suba por decreto no es una opción, por ahora”. Redoblando la apuesta, y envalentonado por la menor eficacia del último paro, afirmó en Infobae: "Casi el 70% de los maestros están dando clases".

Otro de los puntos en discordia es el ausentismo de los docentes, que en la provincia asciende al 17%, lo que en dinero se traduce en unos 14 mil millones de pesos que la provincia invierte año a año en suplencias. El ministro de Hacienda Hernán Lacunza sostuvo: "Hay un 17% de docentes con un alto ausentismo. Invitamos a los docentes a reducir un 10% ya que eso liberaría recursos para aumentar los salarios de los docentes". Afirmó además, que según sus estimaciones, si se redujeran los niveles de ausentismo el salario medio podría terminar el año en más de 23 mil pesos. Así, le pasó la pelota a los docentes. “Si quieren ganar más, tienen que ir a trabajar más seguido”. Los docentes devolvieron la pelota de inmediato. “Las licencias médicas deben ser revisadas por el Poder Ejecutivo, no por nosotros”. Otra vez a foja cero.

Vidal, ahora con el respaldo explícito del presidente Mauricio Macri (que a la vez se apoya en la gobernadora, la única que aun mide bien en todo el arco político de Cambiemos), aseguró que no va a especular. “Piensan que extender el paro y hacer sufrir a los chicos nos va a desgastar. A mí no me van a dar el brazo a torcer”. Finocchiaro, ya involucrado en lo que parece ser más una confrontación abierta que una negociación, les lanzó con ironía a los docentes: “Los gremios docentes trabajan de forma muy eficaz para armar paros. Ojala tuvieran la misma eficacia para dar clases”. La gobernadora concluyó: “En definitva, si querían lo mismo que hacen los demás, lo hubiesen votado a Aníbal Fernández”.

El debate permanece abierto. Funcionarios de un lado, docentes del otro. En el medio, los chicos, la oposición, los dirigentes, ex funcionarios, economistas y docentes que rechazan el paro. Desde todos los sectores se comenta el asunto como si de un enfrentamiento deportivo se tratase. La situación general, terminando el primer mes de clases, se mantiene igual. Funcionarios de un lado, docentes del otro, la sociedad dividida y los chicos, una vez más, fuera de las aulas. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

APOYÁ A
REALPOLITIK

Periodismo independiente.
Información sin censura.

COLABORÁ DESDE $290 POR MES

COMENTÁ / VER COMENTARIOS