Nueve de Julio: Un nuevo punto de partida

El partido de Nueve de Julio es el resultado de una larga lucha sostenida por los gobiernos patrios, con el objeto de ampliar las fronteras nacionales y consolidar la unidad de la gran provincia de Buenos Aires. A mediados de siglo XIX, recrudecen los enfrentamientos entre las tribus indígenas y los gobiernos nacional y provincial.

La región nordeste de la actual provincia de Buenos Aires fue pasto de enfrentamientos duros. Las diversas tribus de la zona, unificadas por el cacique Calfucurá, planteaban un desafío grande a los blancos, con sus malones. En el paraje de Cla Lauquen, al oeste del Fortín Bragado, por donde corría la línea de frontera, los indígenas tenían una base importante para sus operaciones.

Bartolomé Mitre, electo presidente en 1862, decidió ocuparse de la extensión de la frontera y adoptó una postura dura en la lucha contra los indígenas, en consonancia con los deseos del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Se encomendó a una columna del Ejercito Nacional, a cargo del general Julio de Vedia, la tarea de ocupar la zona al oeste de la línea de Bragado.

El 27de octubre de 1863, este último procedió a la fundación del destacamento y Fortín Nueve de Julio, a orillas de la laguna Malcorra. La nueva fundación empezó a prosperar, por el decidido apoyo brindado por el gobernador provincial don Mariano Saavedra, quien el 12 de febrero de 1864 aprueba la fundación de un pueblo alrededor del campamento militar, dándole el nombre del mismo. Se encomendó al agrimensor Miguel Vaschetti la mensura y traza del poblado. Sus primeros pobladores fueron los soldados y sus familias, junto a algunos peones gauchos de la zona.

Desde su fundación, contó el pueblo con una escuela y el 19 de julio de 1865. La Legislatura provincial decide la creación de diez nuevos partidos en la campaña provincial, entre ellos Nueve de Julio. En 1868 se construyó la primera capilla en el solar que hoy ocupa la catedral de la ciudad cabecera homónima. El pueblo sirvió de base de operaciones de la Comandancia de la Frontera Oeste y en 1874, además de inaugurarse su primera biblioteca pública con volúmenes donados por el entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento, se produjo en las tierras del partido la batalla de la estancia Santa Rosa, donde la rebelión comandado por el ex presidente Mitre fue derrotada por las tropas nacionales al mando del general José Inocencio Arias.

En 1877 se inaugura la Casa Municipal y comienza la iluminación a querosén de sus calles. Para 1883 llega el ferrocarril y se forman nuevos poblados en el partido, tras la llegada de nuevas familias de pioneros. En 1886, al aprobarse la ley Orgánica Municipal de la Provincia, asume en Nueve de Julio como primer intendente el doctor Tomas West. Continua su pujanza dedicada a la explotación agrícola y la llegada de nuevos pobladores inmigrantes auspicia una intensa vida social y cultural. En 1896 se inaugura el primer teatro, en 1905 se logra unir la ciudad cabecera con la Capital Federal, vía ferrocarril.

En 1908 se declara ciudad a Nueve de Julio. Las siguientes décadas verán un progreso constante y nuevos emprendimientos, tales como el saneamiento de la Laguna de Malcorra, la creación de clubes, periódicos y un aeródromo en 1953.

Décadas de una historia orgullosa y pujante, que soportó los nubarrones del siglo XX y que permitió el crecimiento incólume de un árbol regado en medio de la pampa con los sueños de sus pioneros, que hicieron florecer una comarca antaño marcada por tambores de guerra. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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