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21 de mayo de 2017 | Política de medios

Informe REALPOLITIK

La Cámpora deja “la lapicera” en manos de los intendentes

Los intendentes que componen los grupos Esmeralda y Fénix continúan su marcha hacia las legislativas de octubre, lenta pero constante, y cada vez más apartada de Máximo Kichner y La Cámpora.

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Los intendentes que componen los grupos Esmeralda y Fénix continúan su marcha hacia las legislativas de octubre, lenta pero constante, y cada vez más apartada de Máximo Kichner y La Cámpora.

El peronismo bonaerense pareciera, si no quebrarse, al menos agrietarse en torno a la agrupación kirchnerista que supo dirimir los asuntos políticos más trascendental en los últimos años de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, y que ahora pareciera perder su poder día a día.

Al faltazo del acto organizado por La Cámpora en el centro Caras y Caretas, se le suman ahora nuevas reuniones, que los grupos Esmeralda y Fénix comienzan a celebrar en diferentes puntos de la provincia. Desde el sector que lidera Fernando Espinoza, Máximo Kirchner y Wado de Pedro ya anotaron el mensaje: quieren ser un polo de poder dentro del armado, quitarles la lapicera.

La primera reunión se celebró en Merlo, donde se reunieron el local Gustavo Menéndez, Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Ariel Sujarchuk (Escobar), Ricardo Curutchet (Marcos Paz), Leo Nardini (Malvinas Argentinas), Santiago Magiotti (Navarro), Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Walter Festa (Moreno).

La estrategia de los intendentes es variopinta. Pretenden obtener poder de veto, para ser utilizado especialmente con dirigentes que consideran “piantavotos” como Martín Sabbatella, Luis D’Elía, Axel Kicillof y Amado Boudou.

A ese pedido se le suma una frase que expresó uno de los intendentes del Grupo Fénix: “No tenemos ningún diputado nacional que nos represente”. Nadie parece esconder sus intenciones. A La Cámpora se le vencen ocho bancas en octubre y los intendentes piensan dejarle, como mucho, cuatro.

Finalmente, los intendentes exigen una lista de unidad, especialmente a nivel municipal. El motivo es más bien una necesidad: temen una derrota en manos de la lista unificada que presentará Cambiemos. Una victoria clara les permitiría transitar con calma los últimos dos años de gestión. Una derrota abriría el escenario a un futuro incierto.

Ésta última pareciera ser la propuesta con menos posibilidad de ser concretada. Florencio Randazzo no tiene ningún tipo de intención de ir a una lista unificada y pretende presentarse a las PASO. Cualquier intento de bloquear su presentación por dentro del PJ sería llevado a la Justicia, lo que podría implicar –en última instancia – la intervención del partido.

En pleno momento de definiciones, el pedido de todos los que componen el peronismo pareciera ser la candidatura de Cristina Fernández, que aglutinaría a todos bajo su figura. Nadie mide tanto como ella, ni siquiera Daniel Scioli o Florencio Randazzo. Aun así, los intendentes no claudican en su ataque a La Cámpora, y no piensan parar hasta reducirla a un espacio insignificante, poco representativo, del peronismo. Pareciera que, al fin, La Cámpora está por perder la lapicera. (www.REALPOLITIK.com.ar


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