Martes 23.04.2024 | Whatsapp: (221) 5710138
28 de mayo de 2017 | Opinión

Correo de lector

¿La misma soberbia con distinto olor?

Por Alejandro Marconi. Yo también, como mi compañera Susana, entré a trabajar en Cultura de la Provincia hace cuarenta años, más precisamente, en febrero de 1978. Voté, en parte, para quitar la basura y de existir una remota posibilidad de que ganemos como ocurrió, acompañar, colaborar y crecer desde mi lugar de trabajo.

facebook sharing buttonCompartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing buttonCompartir
telegram sharing buttonCompartir
print sharing buttonImpresión
gmail sharing buttonCorreo electrónico
por:
Alejandro Marconi

“Querer armar una biblioteca sobre Patrimonio Cultural,
no es útil para el país. Pintarme las uñas, sí”.
(S.M. - empleada en el ministerio de Gestión Cultural)

Yo también, como mi compañera Susana, entré a trabajar en Cultura de la Provincia hace cuarenta años, más precisamente, en febrero de 1978. Voté, en parte, para quitar la basura y de existir una remota posibilidad de que ganemos como ocurrió, acompañar, colaborar y crecer desde mi lugar de trabajo. No obstante, la realidad hoy me abruma y decepciona. Voy a seguir apoyando al gobierno hasta que finalice su mandato. A mis compañeros simpatizantes de Cambiemos, les pido que no se ofendan, pero no hay que ser fanático, porque el fanatismo de toda índole conduce inexorablemente a la ruina. Por eso les digo que hagan un mínimo de autocrítica.

Yo elevé un proyecto a la señora gobernadora María Eugenia Vidal y a otros tantos para la creación de una editorial en el ministerio de Gestión Cultural. Jamás lo tuvieron en cuenta. Una editorial demandaría un gasto mínimo y daría trabajo a mucha gente. Ni hablar del pedido de recategorización para recuperar las jefaturas que se robó el kirchnerismo. Me contestaron, entre otras cosas, que esos favores eran para los de su “equipo” (¿?). Otros, con mucho dinero y poca educación en su haber, directamente me respondieron con silencio. También estaba en mis planes, y esto sí que es importante, no por mí, sino por los jóvenes: soñaba con tener un espacio interdisciplinario para tratar temas tan destructivos para nuestra sociedad actual, como son el alcoholismo y la drogadependencia, un tema que conozco muy bien y que padecí en carne propia. Estuve en el “infierno” hasta el año 2002 y hubiese sido saludable para nuestra ciudad crear talleres para, al menos, intentar frenar este flagelo que azota a la sociedad y no respeta nivel social y se ve tanto en  una fiesta en Puerto Madero como en la Villa 31. Mientras tanto, en las sombras, se siguen moviendo siniestros personajes que supieron ser tapa de diario, no precisamente por sus virtudes, sino por sus estafas. Esta gente ronda el ex Instituto Cultural y no me caben dudas, aún tienen influencias, con cierto grado de complicidad de quienes nos gobiernan actualmente, es obvio. ¿Parece un cuento? No lo es. ¡Lo veo a diario!

Por eso yo también, como mi compañera y muchos más, me quiero jubilar después de haber estado aportando cuarenta años al estado y no puedo porque no me alcanza la edad. Y como frutilla del postre, hace poco, a un compañero de Cultura, de más o menos mi misma antigüedad, le descontaron diez días de carpeta médica, correctamente documentados y respaldados por su traumatólogo (me mostró el expediente) por la ineficacia, impericia e inoperancia de quienes estaban al frente de la dirección de Personal en mayo de 2015. Tampoco aquí nadie me tendió una mano para ayudar a ese amigo y a esta altura ya no la quiero. De aquí en más, volveré a escribir mis cuentos, buenos o malos, pero míos y seguiré luchando en forma privada tratando de encontrar un vínculo que me propicie un espacio para tratar un tema tan delicado y urgente, como son las adicciones.

Señores del Pro: no somos esclavos, si estamos prestos a aplaudir en los actos en los cuales concurren funcionarios en campaña y aportamos nuestra presencia, nuestro tiempo, tan valioso como el vuestro, sería saludable que no escondan la cabeza como el avestruz cuando necesitamos una gauchada. Y a la hora de votar… Veré qué decido. Porque es un hecho que en octubre, los peronistas votarán a los peronistas y los macristas a Cambiemos, ergo, la diferencia la harán los indecisos. No vaya a ser que se les de vuelta la tortilla. Ponele. (www.REALPOLITIK.com.ar)


¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!