El gobierno de Buenos Aires redobla la presión impositiva sobre el sector agropecuario

En medio de un contexto climático adverso y un comienzo de campaña complicado para los agricultores bonaerenses, el gobierno de María Eugenia Vidal suma un nuevo capítulo a la elevada presión tributaria que ejerce sobre este sector.

En el transcurso de los últimas semanas, los productores recibieron notificaciones de la Agencia Recaudatoria de Buenos Aires (ARBA) en donde les avisaban de cambios en la valuación fiscal de sus campos. Carente de cualquier tipo de tacto, y guiados por un claro afán recaudatorio, el organismo envió cerca de 15.000 notificaciones a todo el territorio bonaerense, con un incremento promedio del 30 por ciento en la valuación fiscal. Algunas de estas misivas llegaron a zonas afectadas por las inundaciones, como Junín y General Villegas. De esta manera, en el mediano plazo esta medida podría reflejará en un fuerte impacto sobre el impuesto inmobiliario rural.

Desde las entidades vinculadas al sector agropecuario, si bien afirmaron que se trata de un error burocrático del ente recaudador, advierten que entre los productores agropecuarios se percibe una fuerte disconformidad. Además, enfatizaron que muchos sectores no soportan más esta presión constante.

Junto a las notificaciones ARBA adjuntó el nuevo formulario 911, que mide la aptitud de los campos,  en base a parámetros como altura y relieve, entre otros. En base a esta documentación, se asignan puntajes de acuerdo a la caracterización efectuada por la entidad recaudatoria.

Para hacer frente a este compulsivo intento de engrosar las arcas provinciales, desde la Confederación de Asociaciones Rurales de la Provincia de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) analizaron esta situación y efectuaron una serie de recomendaciones.

En primer término, comparar el propio formulario 911 con el enviado por ARBA, y determinar las modificaciones realizadas en las características agronómicas del predio, para comprobar que existen. En caso de registrarse asimetrías en esta comparación, los productores afectados deberán enviar un descargo.

Las polémicas notificaciones llegan al sector agropecuario en un momento complejo para la agricultura bonaerense. Al revisar el mapa climático se puede inferir un doble escenario, con localidades en el centro y norte afectadas por los excesos hídricos y regiones hacia el sur perjudicadas por incendios y sequías.

Con un escenario bajista en las cotizaciones granarias y retraso en la cosecha gruesa de la campaña 2016/17, la siembra fina del nuevo ciclo pone primera con muchas dificultades, y tanto en zona núcleo como en el sudeste bonaerense, los pronósticos climáticos no son alentadores y la baja de la superficie de siembra en trigo aparece como un horizonte posible.

En materia impositiva, los antecedentes no son los mejores para el sector productivo. Como ejemplo, en el sudoeste bonaerense sigue fresco el recuerdo de la quita de una exención que tenían para el pago del inmobiliario rural. En relación a este tema, los ruralistas mantuvieron reuniones durante el presente año con varios ministros de la gobernadora Vidal, abiertos al diálogo, pero inflexibles a la hora de hablar sobre cuestiones impositivas. La orden baja clara a todas las carteras bonaerenses: la caja no se toca. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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