Con candidatos pintados, Carrió brindó una conferencia con Vidal: "Necesitamos no ser extorsionados"

Este viernes por la mañana, en el Hotel Corregidor de La Plata, la gobernadora María Eugenia Vidal encabezó una conferencia con Elisa Carrió, que aterrizó en la provincia de Buenos Aires para fortalecer la campaña de Cambiemos. Estuvieron también los precandidatos Esteban Bullrich, Carolina Píparo, Héctor "Toty" Flores y Javier Mor Roig. Y ninguno emitió palabra.

Con una hora de tardanza, la mandataria provincial y la diputada nacional llegaron al Corregidor después de recorrer un centro de tratamiento para jóvenes adictos y de conversar con las Madres del Dolor, que brindan asistencia a familiares y víctimas de hechos de violencia.

El objetivo: fortalecer las chances del oficialismo en territorio bonaerense en medio de la crisis por despidos masivos, la polémica sobre la edad de imputabilidad y la economía en cuerda floja. Una vez más -como viene sucediendo desde antes del inicio de campaña- Vidal sentó a sus candidatos en una mesa donde fue, junto con Carrió, la única protagonista.

"Más allá de las enormes dificultades que estamos pasando, se ha iniciado un proceso en la provincia de Buenos Aires después de demasiados años. María Eugenia está haciendo un trabajo incansable, por eso le pido a toda la ciudad de La Plata una enorme paciencia para un proceso que es cambiar el sistema mafioso", comenzó diciendo Carrió mientras Vidal sostenía una expresión forzadamente compungida.

Carrió, también en carrera para conservar su banca en el Congreso nacional, resaltó que hay que tener "mucha perseverancia y constancia" para revertir la situación, aunque advirtió que la gestión de Vidal "va en el camino correcto". "Hay que acompañar a esta gobernadora; tenemos que tener más diputados y senadores para no ser permanentemente extorsionados, y poder llevar a cabo con mayor profundidad las políticas", expresó.

Además aseguró que "esta es la provincia con peor infraestructura y logística de toda la Nación, y no se puede resolver en un año. Hay cosas para las que necesitamos cuatro años, y necesitamos más apoyo nuestro, de Cambiemos, en la legislatura de la provincia de Buenos Aires. Porque esto de alguna manera condiciona la posibilidad de que el gobierno avance", dijo en clara referencia al Frente Renovador. 

La fundadora del partido ARI se había expresado en el mismo sentido el día de ayer, cuando acusó al massismo de negociar con Cambiemos la aprobación de leyes a cambio de cargos. "La gobernadora tiene que tener las manos más libres para hacer reformas más profundas", explicó y después, con una de sus extrañas referencias religiosas, miró a Vidal y le dijo: "Sé que Dios te prueba y te prueba mucho, y porque lo sé estoy acá y siempre voy a estar acá". 

Más tarde, Carrió se refirió de lleno al panorama electoral. Y aseguró que al oficialismo "no se le ocurre más nada que el presente, la sociedad y el desafío de cambiar este país. Ni el presidente de la república ni María Eugenia están pudiendo pensar ni si quiera un segundo en qué va a pasar en dos o tres años. Lo importante es que están entregados a la gestión". 

Con un discurso demasiado polarizado teniendo en cuenta que las elecciones son de medio término, Carrió también habló sobre su pedido de expulsión de Julio De Vido, involucrado en varias decenas de causas penales y definitivamente abandonado por Cristina Fernández de Kirchner en el armado electoral. "¿Se acuerdan cuando nos llevamos puesto a (juez, Francisco) Trovato? Ahora se va De Vido, esto es lo más", lanzó con una sonrisa que repetiría varias veces a lo largo de la conferencia.

LOS NIÑOS EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL, EN LA MIRA

Tanto Carrió como Vidal fueron consultadas por la prensa sobre la baja de edad de imputabilidad, un tema que el gobierno -supuestamente- quería comenzar a debatir después de las elecciones para no condicionar la previa. Sin embargo, las últimas declaraciones de Píparo, precandidata por la Octava Sección, encendieron nuevamente la polémica.

Como ya había hecho Vidal en una entrevista con el canal A24, Carrió intentó bajarle el tono a la discusión, con Píparo sentada a su lado y manteniendo silencio. La estrategia que maneja el oficialismo es negar que pretendan bajar la edad de imputabilidad, pero sí reconocer que hace falta una profunda reforma en el sistema de responsabilidad penal juvenil. 

"El chico tiene que someterse a un juicio, y tiene que tener abogado defensor. ¿Saben lo que va a pasar en la provincia de Buenos Aires? El chico va a decir para quién robó, y ahí van a caer las organizaciones delictivas. Esto no conlleva ninguna pena de prisión: si el chico está con problemas de drogas o familiares, se resuelve; lo que no se puede hacer el devolverlo a su mamá. Tiene que haber mecanismos alternativos a la pena, incluso en situaciones donde haya establecimientos especiales, separados de los adultos. Pero tiene que haber", sentenció Carrió. 

Por su parte, Vidal advirtió que "antes de definir el régimen penal juvenil -que lo tiene que hacer el Congreso- tiene que haber un trabajo del Estado previo. Un chico de ocho, nueve, diez u once años no puede elegir estar en la calle. Porque no eligió estar en la calle. No es una elección, es la consecuencia de la ausencia del mundo adulto: la familia, el Estado, todos los que tendríamos que haber estado ahí para protegerlo". En ese sentido, la gobernadora insistió con la necesidad de internar a los niños, niñas y adolescentes compulsivamente si padecen problemas de adicción. 

DESPIDOS, ECONOMÍA Y "CAMPAÑA SUCIA"

La gobernadora al fin enfrentó la cuestión de los despidos: casos como los de Atucha, Carboclor, PepsiCo y ahora de nuevo Cresta Roja resonaron en los medios apelando casi en la totalidad al gobierno nacional, sin que el conflicto toque a la Provincia. "Estamos trabajando desde diciembre de 2015 en cada conflicto laboral; no es que ahora va a empezar a intervenir. Cresta Roja, cuando nosotros llegamos, estaba parada y con sus obreros protestando en la ruta", recordó. 

"Nosotros vamos a cuidar los puestos de trabajo", aseguró Vidal y aclaró la situación de los despedidos de Atucha: al igual que se expresó el subsecretario de Energía Nuclear Julián Gadano, dijo que "no se despidió un solo empleado de Atucha" y que los 600 trabajadores cesanteados habían sido contratados por empresas terciarizadas a fines del gobierno kirchnerista, "para hacer obras que no existían". 

"El gobierno nacional les dio obras, para que tengan trabajo durante un año, y hoy el conflicto se está resolviendo", apuntó. Y aprovechó para volver a disparar contra "ciertos sectores" que intervinieron en el conflicto: "Esto no es casualidad. Hay organizaciones políticas que están inverviniendo para que estos conflictos no se resuelvan, para que haya violencia y se generen desalojos", dijo ratificando las recientes palabras de la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich.

Por último, Vidal fue consultada acerca de la figura de Cristina Fernández, que compite con el poco carismático Esteban Bullrich: "Cuando tomamos la decisión del voto y definimos si queremos el cambio de verdad, o no, no es una persona. Todas las fuerzas políticas que hoy enfrentamos en esta elección han tenido que ver con el gobierno de la provincia de Buenos Aires durante los últimos 25 años, y no pueden hablar del narcotráfico, del combate a la corrupción policial ni de la pobreza", disparó. Y dijo que "no sería la primera vez" que hubiese campaña sucia en los comicios, aunque remarcó -y repitió varias veces-: "Nosotros estamos limpios". (www.REALPOLITIK.com.ar)

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