Bullrich volvió a equivocarse y María Eugenia Vidal, que no es candidata, tuvo que cerrar la campaña

Difícilmente Esteban Bullrich olvide la campaña política de las PASO 2017. Sus furcios fueron la comidilla de propios y extraños. Una y otra vez, de punta a punta de la campaña, cometió errores que despertaron hasta la risa de sus propios correligionarios, que se repartieron memes alusivos entre las oficinas de la Gobernación. No fue enteramente su culpa. El funcionario nacional nunca había encabezado una campaña, y de pronto lo lanzaron al circo romano con una espada de juguete. No cabe la menor duda, se lo comió el león. Tan mal le fue que, además de estar perdiendo las elecciones frente a una Cristina Fernández de Kirchner rodeada de denuncias por corrupción, la gobernadora María Eugenia Vidal, que vale aclarar que no es candidata, tuvo que dar el discurso de cierre de campaña por él.

Primero quiso dar un ejemplo histórico citando a la célebre Ana Frank, que murió en un campo de concentración nazi en 1945. "Ella tenía sueños, sabía lo que quería, escribía sobre lo que quería y esos sueños quedaron truncos, en gran parte por una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia". Ante la catarata de críticas que despertó la clara omisión al régimen de Adolf Hitler, su propio equipo salió a aclarar que “Esteban conoce muy bien el “tema” del genocidio”.

Cuando avanzaba sobre la calle 9 de Julio una multitudinaria marcha en contra del femicidio y la violencia de género, el improvisado candidato sintió que era su momento para irrumpir entre la gente y cosechar aplausos. No se le ocurrió mejor idea que gritar en una entrevista radial: “¡Ni una menos! Y ni una menos también para las bebas que están en la panza, porque ya está adentro de tu cuerpo. Si  no la estás matando”. Las organizaciones feministas todavía lo están buscando.

En un discurso reciente, María Eugenia Vidal estaba mencionando importantes decisiones que, según ella, marcarían el curso de la historia próxima bonaerense. Le dio entonces el micrófono a Esteban Bullrich para que remate la oratoria. “El corazón de los jóvenes no hace tuntún tuntún, sino ‘Sí se puede, sí se puede´”. La gobernadora le quitó el micrófono.

Cuando visitó la Universidad Nacional de Río Negro, una multitud de estudiantes fueron a recibirlo. Ante ellos, aseguró que "Esta es la nueva Campaña del Desierto, pero sin espadas, con educación". Otra vez las críticas. Intentó arreglar el furcio, agregando que se refería “a un avance sobre un territorio no ocupado. Hay que respetar a los pueblos originarios”. Apenas unas minutos después, explayándose sobre el rol de los jóvenes, dijo que la cuestión "No se va a cambiar con planes sociales: a ese pibe le podes dar un plan social, pero esa plata la va a usar para comprar balas".

Sobre el tramo final de la campaña mostro su "orgullo" porque cada día haya "un pibe más preso". La mirada de Vidal lo dijo todo. Cuando parecía imposible que vuelva a cometer un error, cuando la campaña estaba prácticamente terminada, apareció en el programa el Diario de Mariana y, para la sorpresa de todo el equipo de Cambiemos, aseguró que él percibe una gran mejora en el empleo y la producción, y que el mejor ejemplo de ello es Zárate. Minutos después, Osvaldo Cáffaro, intendente de Zárate, le recordó al malogrado candidato que su ciudad está en “Emergencia Laboral” y que ya pidió audiencia con el gobierno provincial para atender la situación.

Ante esta seguidilla de hechos bochornosos, que involucran a Esteban Bullrich, María Eugenia Vidal, el intendente de Zárate, Ana Frank, los nazis, los pueblos originario y a Mariana Fabbiani, el equipo completo de Cambiemos le pidió a la gobernadora que sea ella la encargada de dar el discurso de cierre de campaña. (www.REALPOLITIK.com.ar)

SI TE GUSTA
LO QUE
HACEMOS

Ayudanos a seguir haciendo
periodismo con la mayor
independencia y objetividad
posible.

COLABORÁ A PARTIR DE $500

COMENTÁ / VER COMENTARIOS