El paso de los candidatos por los medios de comunicación y algún dato curioso

La semana previa a las PASO fue frenética. Gastando lo que no gastaron en todos los meses anteriores, tirando al techo lo que quedaba del presupuesto, los candidatos de la provincia de Buenos Aires se lanzaron en estampida a los medios de comunicación rogando y pagando por “una foto más”, “una invitación más a tal programa” o una simple presencia de cinco minutos en alguna radio provincial. Todo vale en el amor, en la guerra y en la política, que se asemeja mucho a una mezcla entre ambos.

Los grandes medios de comunicación como Clarín, La Nación, Canal 13, TN y América, se despojaron de cualquier prurito que puedan haber tenido, si es que alguna vez lo tuvieron, y se lanzaron de lleno a mostrar cada uno de los actos de Cambiemos, desde el importante cierre de campaña en Ferro hasta la insignificante charla de un legislador en un programa matutino.

Lo del jueves a la noche merece un capítulo aparte. Mientras un cuadro de cinco centímetros por cinco centímetros mostraba al pobre Martín Lousteau con su pintoresca voz caminando por el escenario de un bar de San Telmo, tratando de explicar en dónde es que los dirigentes de Cambiemos han fracasado, Canal 13; TN; América; la Tv Pública y Metro pasaban en vivo y en directo, y a pantalla completa, el discurso de María Eugenia Vidal que, dicho sea de paso, no es candidata a nada. Existen ocasiones en donde, además de intereses en común, existen cuantiosos pagos para obtener el privilegio de ser la elegida de los medios.

La coordinación estuvo presente. La televisión comenzó a transmitir en vivo segundos después de que Esteban Bullrich apriete el botón de off en su micrófono. Será este, tal vez, el gran alivio de los estrategas de Cambiemos con el final de la campaña: al fin no habrá más oportunidades para que Bullrich cometa más furcios. Comparó a la universidad de Río Negro con la Campaña del Desierto; le dijo a un grupo de manifestantes feministas que él hacía la campaña “ni una menos” para los bebés en la panza; se alegró por “tener todos los días un pibe preso”; y felicitó a la localidad de Zárate por su presente laboral, cuando acaban de declarar la emergencia por falta de trabajo. Pareciera que le hubiese diseñado la campaña el Mago sin Dientes.

A las campañas de los diferentes partidos políticos no les faltaron los datos curiosos. Cambiemos, literalmente, abandonó la pelea en Berazategui. En un principio, se había intentado con la candidatura de Gabriel Kunz, cercano a la gobernadora Vidal. Se inauguró un local partidario con todo lo que un local de Cambiemos tiene que tener. Gente bien vestida, botellas champagne y café Nespresso. Numerosos dirigentes y funcionarios se hicieron presentes y festejaron que allí también llegaría el progreso en el 2017. Pero las semanas corrieron y no hubo forma de quitarle puntos a la familia Mussi.

Para abril de este año se suspendieron las “bajadas” de dirigentes de peso. Nadie se quería quemar con Kunz. Para finales de junio si decías “Gabriel Kunz” en voz alta, tenías que tocar madera, agarrarte un genital o patear el piso tres veces para no perder las elecciones. En agosto, la gobernadora ordenó abandonar la batalla. Los militantes se retiraron de las calles, nadie más repartió boletas y el moderno local comenzó a cerrar sus puertas a las 17:00. El lujo, el champagne y el Nespresso quedaron en el pasado. Ver una foto de su inauguración pasó a ser como ver una foto de la botadura del Titanic. Los buenos viejos tiempos.

A Cristina Fernández la dejaron sola. Ya sin el poder de usar su fenomenal caja para financiar medios amigos y con José “Pepe” Albistur repartiendo lo que queda, muchos medios le dieron la espalda. En los pagos de Verónica Magario, que durante todo el discurso de CFK se reía como si recordara el video de Fernando Espinoza mostrando sus partes, no dudó en declarar que “Vidal dijo que la gente está nerviosa por las elecciones. El ejercicio democrático que presupone emitir un voto, una opinión, no puede constituir ningún riesgo ni poner nervioso a alguien. Es cierto que la gente está nerviosa porque no llega a fin de mes, porque no sabe si la van a echar de su trabajo, porque no le alcanza el dinero". La gente aplaudió a rabiar. Magario, que en ese momento estaría recordando el momento en el que Espinoza camina en nalgas con un cigarrillo encendido en la mano, continuó riendo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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