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20 de agosto de 2017 | Campo

Panorama REALPOLITIK

Tasa subsidiada para maquinaria, una buena medida que se aplica a cuentagotas

Este año, después de algunos ciclos agrícolas con menores ventas de maquinaria, los fabricantes argentinos empiezan a percibir un leve repunte en las ventas. Más allá de esta tendencia, las empresas locales muestran preocupación por algunos síntomas que acompañan la comercialización de estos implementos.

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Este año, después de algunos ciclos agrícolas con menores ventas de maquinaria, los fabricantes argentinos empiezan a percibir un leve repunte en las ventas. Más allá de esta tendencia, las empresas locales muestran preocupación por algunos síntomas que acompañan la comercialización de estos implementos.

Uno de estos aspectos es el acceso al crédito por parte de los productores. Una de las principales herramientas son los créditos a tasa subsidiada del Banco Nación, que mediante una serie de bonificaciones ofrece tasas muy interesantes para la compra, algunos puntos por debajo de los porcentajes habituales del mercado. Esta línea empezó a desarrollarse durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y se aplicó de manera ininterrumpida hasta diciembre de 2016.

En el transcurso del presente año, este financiamiento solo se hizo efectivo en las grandes citas agropecuarias: Expoagro, Agroactiva y la muestra de Palermo. En esos días, los productores hicieron una gran cantidad de consultas y se concretaron una interesante cantidad de operaciones, muy anunciadas por los organizadores de estas muestras.

Consultados por REALPOLITIK, los fabricantes de maquinaria agrícola señalaron dos cuestiones en relación a esta manera de implementar el financiamiento a tasa subsidiada. En primer término, se preguntan por qué no se aplica de manera regular. Y sobre todo, señalaron las desventajas de su implementación a cuentagotas: al concentrar una elevada demanda en pocos días, se generan complicaciones en las fábricas con cuestiones vinculadas a la logística de la comercialización de las unidades.

Vinculado al acceso de estos créditos, otro punto que molesta a los fabricantes es que las multinacionales del sector pueden ofrecer este financiamiento a sus clientes. Al tener un porcentaje de componentes nacionales, la maquinaria importada califica para esta línea. Esto genera un gran malestar entre los empresarios argentinos, porque este porcentaje es muy bajo y en muchos casos no supera el 20 por ciento.

La segunda cuestión que desvela a los empresarios argentinos vinculados a la maquinaria agrícola es la creciente importación que se registra en el transcurso de 2017. Si bien un gran porcentaje de los tractores y cosechadoras comercializados en el país son de origen extranjero, se percibe un paulatino incremento en las importaciones de implementos en rubros en donde Argentina es un reconocido fabricante, como el caso de las pulverizadoras y sembradoras.

De esta manera, y si bien se perciben signos de reactivación en la venta de maquinaria agrícola, el acceso discontinuo al crédito a tasas subsidiadas y la creciente importación de implementos encienden luces de alerta entre los fabricantes nacionales. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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Campo, maquinaria

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