Las Flores: La comarca florida que mira hacia adelante

La historia del partido de Las Flores comienza hacia fines del siglo XVIII, cuando la avanzada de las autoridades coloniales extendió la frontera del virreinato hacia el sur del rio Salado. Entonces empezó el poblamiento de esas tierras, a cargo de estancieros y peones atraídos por la fertilidad de su suelo. Relativamente pacificada y a salvo de malones de tribus indígenas hostiles, la zona de Las Flores prosperó y hacia 1820, tras nuevos repartos de tierras, Juan Manuel de Rosas y muchos de sus familiares eran los propietarios de casi todas las tierras del actual partido.

El 25 de diciembre de 1839, el gobernador Rosas premió la lealtad de la comarca durante las recientes guerras intestinas y erigió por decreto el partido de Las Flores, el cual careció por casi 20 años de cabecera propia, residiendo sus autoridades en el casco de la Estancia San Agustín, tierras que actualmente pertenecen al vecino General Belgrano.

Tras la batalla de Caseros, y la expropiación de las tierras de la familia Ortiz de Rosas, los vecinos de Las Flores solicitaron al gobierno provincial en 1854, la construcción de un pueblo que le sirviera de cabecera. Se concedió la misma y el 25 de marzo de 1856, el juez de Paz don Manuel Venancio Paz fundó el pueblo de “El Carmen de Las Flores”.

El agrimensor Adolfo Sordeaux realizó la delimitación del ejido y nuevos loteos. A los pobladores ya residentes en la zona, se sumaran nuevas familias de colonos, y hacia 1860 comenzó el crecimiento de la flamante población, que ya contaba con un templo católico, escuela y comisaría.

Empezaron los trabajos para extender la línea del ferrocarril, los cuales culminaron en 1872 dando un renovado impulso a la vida del municipio. El Banco de la Provincia de Buenos Aires inauguró su sucursal a los pocos años, se remodeló la plaza central y junto a la llegada de más familias de pobladores, empezaron a tenderse servicios como el telégrafo o la energía eléctrica, hacia fines del siglo XIX. Distintos clubes y asociaciones iniciaron una intensa vida cultural y social.

Muchos mitos y leyendas bonaerenses rodean la zona de Las Flores. Se contaba que durante el siglo XIX se aparecía el alma en pena de un gaucho de apellido López, que pedía diezmo a quienes llegaban al pueblo o a quienes pasaban por ahí. La tradición devino en la costumbre de dejar ofrendas para "el finado de Las Flores".

El 10 de enero de 1908, Las Flores fue declarada ciudad por el intenso desarrollo que había alcanzado. Y destacó por un intenso progreso, que convirtió a la zona en un centro agropecuario y a la vez industrial, con la instalación de diversos emprendimientos que le insuflaron nueva vida. Las Flores llega al siglo XXI con hidalguía y orgullo, manteniendo las nuevas generaciones la antorcha de los pioneros. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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