Mar Chiquita: Al abrigo del mar y de la pampa

El partido de Mar Chiquita vio la luz por medio de un decreto del gobernador Juan Manuel de Rosas, el día 25 de diciembre de 1839. Las tierras de la zona, exploradas por el adelantado español Juan de Garay en 1580 y por el padre jesuita Thomas Falkner, en 1744, fueron incorporadas al patrimonio nacional en época de la presidencia de Rivadavia, cuando se realizaron repartos de tierras y se instaló un fortín en ese rincón del entonces Pago de Monsalvo.

El nombre de Mar Chiquita lo tomó de la Laguna del mismo nombre, situada en las costas del partido, nombre que los indios daban a esta única albufera del país, llamándola también “Mar Chiquito”, según testimonios dejados por los padres jesuitas Tomás Falkner y José Cardiel, exploradores de estas tierras mucho antes de ser civilizadas.

En tiempos del virrey Santiago de Liniers (1807-1809), ya se había planeado al colonización de la zona, y se adjudicaron algunas tierras al coronel de caballería y veterano de la reconquista de Buenos Aires, Don Pablo José de Ezeyza, en el rincón de la Laguna de Las Talitas. Su hijo Juan Ramon de Ezeyza tomó posesión de esa merced hacia 1815 y estableció la estancia El Durazno, primer establecimiento permanente en la región.

Las líneas de frontera se fueron extendiendo al sur y el partido fue prosperando desde la obtención de la autonomía, una vez superada la “Revolución de los Libres del Sur”, donde algunos vecinos de la comarca se habían unido a los hacendados dolorenses en contra del gobierno del brigadier Rosas.

Hacia 1855 se organizó la Comisión Municipal y se impulsó la colonización del partido con nuevas familias de inmigrantes. La actividad rural floreció y en la década de 1870 comenzaron los trabajos de tendido del ferrocarril, que arribaría a las tierras de Mar Chiquita en 1883. Ese mismo año, el gobernador bonaerense Dardo Rocha, atendiendo al pedido de vecinos y autoridades, decidió dotar al partido de un pueblo para que sea su cabecera permanente, y se fundó la población de Coronel Vidal, en homenaje al héroe de la Independencia Celestino Vidal.

Coronel Vidal y Mar Chiquita prosperaron enraizando progreso y tradición, y la vida local se enriqueció con el aporte de la inmigración extranjera y la cultura gauchesca, que hicieron de la zona un baluarte del tradicionalismo.

Con la llegada del siglo XX y el crecimiento del turismo hacia la vecina Mar del Plata y los balnearios atlánticos, en la década de 1930 comenzó la construcción de obras viales como las Rutas 2 y 11, que vertebraron el corredor atlántico bonaerense. Mar Chiquita comenzó a explorar esa nueva veta turística, surgiendo nuevos centros balnearios como Mar de Cobo y Santa Clara del Mar, entre otros.

El nuevo siglo encuentra a Mar Chiquita apostando a un futuro promisorio y en comunión con la naturaleza y su historia de lugar de encuentro. (www.REALPOLITIK.com.ar)

SI TE GUSTA
LO QUE
HACEMOS

Ayudanos a seguir haciendo
periodismo con la mayor
independencia y objetividad
posible.

COLABORÁ A PARTIR DE $500

COMENTÁ / VER COMENTARIOS