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20 de octubre de 2017 | Municipales

PILAR | Panorama REALPOLITIK

Basural ilegal en Pilar: La connivencia de Ducoté genera preocupación entre los vecinos

Sobre la vera del arroyo Pinazo, en el límite entre Pilar y José C. Paz, uno puede encontrarse con imágenes perturbadoras, como las placas y los residuos que quedan luego de incinerar un cuerpo; roedores de todo tipo y tamaño; chicos que no superan los diez años buscando potes vencidos de yogurt o cartones de leche y montañas de bolsas negras...

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Sobre la vera del arroyo Pinazo, en el límite entre Pilar y José C. Paz, uno puede encontrarse con imágenes perturbadoras, como las placas y los residuos que quedan luego de incinerar un cuerpo; roedores de todo tipo y tamaño; chicos que no superan los diez años buscando potes vencidos de yogurt o cartones de leche y montañas de bolsas negras de basura. La escena es coronada por una bandada de pájaros negros, que vuelan en círculos durante horas, esperando pacientemente por el festín que supone una rata muerta o una bolsa de residuos rasgada.

Del lado de Pilar, el distrito que conduce Nicolás Ducoté, hay una planta recicladora que nadie controla. Los vecinos denunciaron la irregular situación en más de una docena de oportunidades, y en otras tantas el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) se atrevió a clausurar el predio. No obstante, una y otra vez la planta volvió a abrir sus puertas y a contaminar el ambiente. Así, este ciclo de nunca acabar ya lleva algo más de diez años ininterrumpidos.

Hoy existen dos enormes basurales separados por un espacio de descarga de basura, al que asisten puntualmente tanto camiones particulares como municipales, que día a día arrojan al suelo toneladas de basura. La basura se suele quemar, lo que empeora la situación con olores nauseabundos y un humo negro y contaminante que no para de provocar serias enfermedades respiratorias y dermatológicas en los habitantes de los barrios que rodean a los basurales.

Más allá de los roedores y las enfermedades, que se multiplican en los meses de verano, el agua no drena en todo el predio porque la basura tapó el humedal del arroyo Pinazo. Los más perjudicados son, sin duda alguna, los vecinos del olvidado barrio de San Atilio, al que el agua le llega contaminada.

En el resto de los barrios que circunvalan a San Atilio las napas se mezclan con el agua potable, lo que la hace imposible de utilizar. Un dato: nadie se molestó en impermeabilizar el basural con placas membranosas que aíslen la basura del suelo. De este modo, la contaminación va directo a las napas. Los especialistas que intervienen en el caso aseguraron que es probable que el problema llegue al acuífero Puelche en el mediano plazo.

Acorde a la ley 11.459, la planta de Pilar se inscribe en una de segunda o tercera categoría, lo que significa que es “de alto riesgo” en términos de contaminación, lo que implica que el estado municipal y provincial es quien debiera fiscalizar el correcto funcionamiento de la planta. Por el momento, las autoridades han dicho presente, pero solo para enviar más camiones a dejar allí su desperdicio. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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Pilar, Nicolás Ducoté

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