2018 con perfil inmobiliario

El sector inmobiliario sabe de momentos buenos y no tan buenos, compradores, vendedores, intermediarios y constructores, todos hacen sus previsiones, y ese análisis incluye a las condiciones actuales, su sustentabilidad y su proyección a futuro. Inflación; crédito; más la posible proyección cambiaria y salarial también comprenden datos claves para el análisis de todos.

El año presente es considerado un año de despegue para este sector, que venía arrastrando coletazos de larga data y estaba particularmente deprimido. En su momento, durante la imposición del llamado CEPO cambiario, el mercado estuvo en zona de colapso. Pocas veces una medida pudo ser tan desacertada, pero hoy las perspectivas son totalmente distintas, el afianzamiento del gobierno viene con una creciente oferta de crédito hipotecario a largo plazo, y cuestiones puntuales como lo fue el llamado blanqueo de capitales volcaron la demanda de inmuebles de manera categórica. Según la cantidad de escrituras que se realizan en CABA, a esta altura hay un crecimiento interanual de 42.3 por ciento, a agosto de 2017 se lo considera el mejor mes para el sector en 10 años.

COMPRADORES

 Se presenta para ellos un opción que no es la habitual en argentina, y eso es crédito de largo plazo que plantea variantes no tradicionales para lograr formulas que potencien la capacidad crediticia de los demandantes, haciendo posible la toma de crédito incluyendo los integrantes de familia. Los plazos son un factor clave, siempre se dijo que en la argentina no se podía prestar a 20 años porque no había ahorristas a plazos similares, y ese mito terminó o bien fue una falsa premisa. Es cierto que faltaron ahorristas, pero lo que no hubo realmente fue confianza y reglas de juego claras. Hoy los compradores tienen una oferta desde la banca pública y privada muy fluida y que está en pleno proceso expansivo, ya que todos los bancos cuentan con gran capacidad de recursos prestables.

VENDEDORES

Seducidos por la liquidez que ofrece el sector financiero, muchos propietarios deciden cambiar su forma de composición patrimonial. Modernizando conceptos muy arraigados, hay que pensar en conversión de ladrillos en divisas, algo que históricamente fue de manera inversa. Hoy muchos consideran vender y obtener renta, aun por el momento sin la acechanza impositiva, con plazos cortos para obtener beneficios y liquidez asegurada en 48hs. Los alquileres ya no son tan interesantes para el propietario, en cierta medida producto de la profundización de la relación capital/renta y a partir de ello la opción de venta es algo a considerar.

INQUILINOS

El crédito es el factor que cambia el escenario, para cierto tipo de inquilino es atractiva la idea de dejar de pagar por el uso para pasar a pagar por la propiedad, hoy la brecha es interesante entre la cuota hipotecaria y el alquiler y otros factores no menores que van de la mano. Los cambios legislativos recientes no parecen favorecer a nadie.

EL 2018 A LA VISTA

Para muchos analistas del sector las mejores posibilidades aparecen de la mano de un mayor afianzamiento político del gobierno, es decir que las expectativas son positivas para el 2018 y proyectando los números de 2017 hacen pensar en un nuevo record de operaciones. No se trata de simple confianza sino de una adecuación de los niveles de inflación y una perspectiva de que esto sea una política de largo plazo. De ser así, los créditos hipotecarios con su clausula de ajuste serán más convenientes que nunca para alcanzar un propiedad inmobiliaria. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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