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20 de noviembre de 2017 | Judiciales

Panorama REALPOLITIK

Prostitución y coimas: Se complica la situación del fiscal Fernando Cartasegna

Su historia profesional parece sacada de una película de Hollywood. Funcionario estrella en materia penal, se paseaba por los pasillos...

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Su historia profesional parece sacada de una película de Hollywood. Funcionario estrella en materia penal, se paseaba por los pasillos de las dependencias judiciales recibiendo el saludo respetuoso de colegas y subordinados por igual. Lo cierto es que tenía razones para sentirse bien. La procuradora general de la provincia de Buenos Aires, María del Carmen Falbo, lo había reconocido como “uno de los dos o tres mejores fiscales de toda la provincia”. El intendente de La Plata le entregó la llave de la ciudad y, el 20 de diciembre de 2012, el Concejo Deliberante platense lo nombró “personalidad destacada por su trabajo contra delitos conectados con la trata de personas”.
Quién podría imaginar que Fernando Cartasegna, quien había logrado ser profeta en una tierra que cobija a los 3 poderes del Estado, sea hoy la viva imagen de todo lo que está mal en la Justicia nacional.
Cuando se encontraba aun en la cúspide de su carrera, aterrizó en su fiscalía, la UFI número 4, una candente causa sobre abogados “caranchos” que habrían actuado en sociedad con policías y personal médico, creando una estructura ilegal que fabricaba accidentes con la finalidad de cobrar dinero de las compañías de seguros, las ART y las empresas. Inmediatamente, Fernando Cartasegna comenzó a sufrir presiones y amenazas de los involucrados, que aseguraban sacar sus “trapitos al sol” en caso de no salir indemnes del escándalo.
Fue entonces, en la fría mañana del 3 de mayo, que el fiscal denunció haber sido atacado en su despacho por un desconocido que, según él, lo maniató con una cuerda con las manos hacia adelante, y lo obligó a escribir en el piso la palabra “Nisman” con azúcar para el café.
Al fin, Cartasegna pudo escaparle a la presión de la causa de los caranchos. O al menos, eso pensó. Con la excusa del ataque, pidió licencia psiquiátrica y, previa intervención de sus familiares, fue internado en una clínica para su supuesta recuperación.
Pero el tiro le salió por la culata. Dado que se encontraba ausente, las causas que tramitaba fueron distribuidas entre un grupo de fiscalías. Al avanzar sobre sus papeles con el propósito de ordenar las causas y redirigirlas, los oficiales notaron un sinfín de irregularidades.
El expediente que trataba el secuestro de Miguel Bru se había perdido y reapareció, semanas después, en un viejo armario en un sector que poco y nada tenía que ver con su fiscalía. El mismo procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, aseguró que se encontraron con “causas muy atrasadas, perdidas, extravío de efectos secuestrados en procedimientos, como dinero y otros elementos”.
El descubrimiento más sorprendente fue, no obstante, el hallazgo de decenas de hojas en blanco firmadas por el fiscal y carátulas en blanco, listas para ser llenadas por otra persona cuando la fiscalía no estaba de turno. En ésta línea de investigación, una auditoría judicial comprobó recientemente que Fernando Cartasegna habría abierto 16 investigaciones falsas, que no tenían personas reales como víctimas de los delitos que se imputaban.
Esta auditoría, llevada adelante por el fiscal Álvaro Garganta por orden del fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo, dejó a la luz una complicada red de extorsión y coimas. Acorde a los elementos encontrados, Cartasegna “plantaría causas falsas en lugares en donde se ejercía la prostitución, con el fin de obtener dinero y hasta favores sexuales”. Acto seguido, se acusó al fiscal de "falsedad ideológica de documento público en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público".
La auditoría habría determinado, además, que el fiscal permitió que un número significativo de agencias de acompañantes que habían sido clausuradas continúen funcionando en forma privada, a cambio de dinero y otro tipo de favores.
En estos momentos, Fernando Cartasegna se enfrenta a una indagatoria pedida por el fiscal Garganta, que de este modo presiona para que su ex colega sea suspendido en sus funciones y destituido por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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