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Informe REALPOLITIK
Indalo, El Día, Diagonales, Grupo 23 y más: Los medios de comunicación cerca de la desaparición
Entre el diario El Día y su alter ego del Grupo Indalo, se encierran decenas de historias de pequeños periódicos que supieron minar la provincia de Buenos Aires, empleando una ingente cantidad de periodistas, fotógrafos, diseñadores y técnicos que, ahora, parecieran mirar al futuro laboral como si de un oscuro abismo se tratase.
Durante su auge, entre los años 2003 y 2010, el Grupo Indalo fue una ciclópea corporación que, desde sus sedes en Buenos Aires y Comodoro Rivadavia, empleaba a más de 30 mil empleados y movilizaba activos por más de 7 mil millones de dólares. Como si de un verdadero monstruo mitológico se tratara, devoraba todo lo que tenía alrededor. Radios; empresas petroleras; canales de televisión; fábricas alimenticias; bancos y productoras de cine y televisión, nada quedaba afuera de su voraz hambre de negocios.
Pequeño microcosmos de ciudad, el diario El Día intentó ser una muestra gratis de aquellos grandes grupos corporativos. Más pensante y menos ambicioso, Raúl Kraiselburd se contuvo dentro de las fronteras de la ciudad de La Plata, en la que fundó además el periódico El Plata, las radios FM La Redonda y FM Éxitos, y el canal Imagen Platense, entre otros emprendimientos mediáticos. En sus años de auge, que se repitieron una y otra vez entre 1884 y la actualidad, las tapas del diario supieron dictar el destino de intendentes y concejales por igual, mientras estiraba sus tentáculos al mundo de las inversiones inmobiliarias y las casas de cambio.
Entre el diario El Día y su alter ego del Grupo Indalo, se encierran decenas de historias de pequeños periódicos que supieron minar la provincia de Buenos Aires, empleando una ingente cantidad de periodistas, fotógrafos, diseñadores y técnicos que, ahora, parecieran mirar al futuro laboral como si de un oscuro abismo se tratase.
El Grupo Indalo, que creció indiscriminadamente al cobijo del poder político de turno, cometió el pecado de creerse todopoderoso, intocable, y con la impunidad que aquel sentimiento trae aparejada se creyeron por encima de las leyes. ¿Quién iba a obligar a Cristóbal López a pagar los impuestos?
El diario El Día, que supo mantenerse impertérrito a crisis políticas, económicas, corralitos y golpes de Estado, supuso innecesaria la modernización de sus formatos y la revalorización de su planta de empleados. En definitiva, los platenses siempre iban a leer el diario El Día, cuyo liderazgo es absolutamente indiscutible. Y si tienen que comprar el diario en papel, que así sea.
El ocaso de Cristóbal López fue tan estrepitoso como su ascenso a la fama y la fortuna. La Justicia llegó a Indalo en forma de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), lo inhibió por más de 7 mil millones de pesos y le embargó las cuentas bancarias, provocando una verdadera implosión en su gigantesca estructura.
Para el diario El Día, el ocaso es un proceso, una larga enfermedad que pareciera tener un final ineludible. “Periodista que se va, periodista que no se reemplaza”, anunció “El Ruso” cuando finalmente cayó en la cuenta de que las generaciones que consumían el formato papel se están muriendo y que los más jóvenes, la enorme masa de sus clientes de corto y mediano plazo, leen el diario en sus celulares. Como una hemorragia pequeña pero imposible de detener, periodistas y fotógrafos comenzaron a abandonar uno a uno el viejo edificio de la diagonal 80.
Estos dos ejemplos se replican, una y otra vez, en el Grupo 23 cerrando Radio América y las ediciones de El Argentino, o el diario Diagonales achicando personal por no poder pagar los sueldos. Conflictos corporativos e historias personales que parecieran compartir una misma imagen: La de cientos de trabajadores en la calle. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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