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9 de diciembre de 2017 | Municipales

NECOCHEA | Panorama REALPOLITIK

Tras bancar la campaña electoral de Arturo Rojas, Puerto Quequén entró en un plan de ajuste brutal

Mientras los jefes siguen costeando viajes, sueldos de seis cifras y beneficios varios, los empleados del Puerto Quequén pasan por uno de los momentos más críticos de los últimos años. Por órdenes del presidente Arturo Rojas, se dejaron de pagar horas extras, se extendió la jornada laboral y se sobrecarga de trabajo al personal.

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Mientras los jefes siguen costeando viajes, sueldos de seis cifras y beneficios varios, los empleados del Puerto Quequén pasan por uno de los momentos más críticos de los últimos años. Por órdenes del presidente Arturo Rojas, se dejaron de pagar horas extras, se extendió la jornada laboral y se sobrecarga de trabajo al personal.

Se ha llegado a un nivel de explotación tal que dejaron de pagarse las horas extras incluso de aquellas áreas en que son necesarias. En estos casos la "avivada" de los jefes consiste en transformar las extras en "horas a compensar".

La "malaria" es tal en el Consorcio de Gestion de Puerto Quequén que no hay reemplazo para los trabajadores que deben tomar sus vacaciones. Su tarea se reparte entre los compañeros que ya las tomaron y los que siguen en la nómina sobrecargando la jornada y por el mismo sueldo.

Apretado por los miembros del directorio portuario que ya no toleran los gastos extraordinarios del presidente y le exigieron que se ajuste el cinturón, el propio Rojas anunció el ajuste cuyo mayor peso recae en los trabajadores "hemos comenzado un plan de austeridad, mediante la racionalización de los recursos y la reducción de los gastos, con el compromiso de sostener los servicios sin afectar el funcionamiento de la estación marítima; y no incrementar las tarifas".

El presidente del CGPQ, desde hace meses está en la cuerda floja y atraviesa uno de sus momentos más críticos. El directorio en pleno le habría solicitado una rendición de cuentas detallada de lo ejecutado en el último período, incluidos los gastos de representación como funcionario, que aún no fue presentada pese a la presión ejercida por los representantes de los operadores portuarios. 

En soledad, sin apoyo político, con los ojos de la gobernadora María Eugenia Vidal puestos en los gastos excesivos generados por una mala administración y los cargos otorgados a sus amigos, algunos militantes de la ONG "Compromiso y Dignidad" que le sivió de trampolín político, otros amigos de la noche, que en más de una oportunidad lo sacaron de los bares en andas más borracho que una cuba, Rojas atraviesa su momento más complejo al frente de uno de los puertos más importantes de la provincia de Buenos Aires. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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