Mientras el municipio atraviesa una fuerte crisis económica al punto de pagar los sueldos de los trabajadores hasta en tres cuotas y la cadena de pagos a los proveedores cortada, del Rey premió a sus alcahuetes con montos siderales en horas extras y beneficios extra laborales. Algunos llegaron a cobrar hasta 50 mil pesos en horas extras.
En pocos meses, el funcionario logró acumular poder que radica en el manejo de las principales áreas de recaudación del municipio al punto de que por lo bajo lo llaman “el intendente muleto”.
Los trabajadores y funcionarios de segunda y tercera línea dicen que tiene más poder que el secretario General del municipio, Mario Gygli, y que ya midió fuerzas con Valentín Bustillo, con Luis Alsinet, con Marcelo Ansean y les dejó claro, según sus propias palabras, que su mano está aferrada a la del intendente Facundo López.
El abuso de poder de del Rey es la comidilla del ambiente político: periodistas, jefes policiales, concejales y funcionarios hablan de la "otra intendencia" que está en el Centro Cívico, donde el técnico en alimentación que apenas tiene el secundario completo, levantó su imperio a fuerza de aprietes y sanciones a los trabajadores.
En Necochea las malas lenguas se preguntan las razones por las que Facundo López sostiene a un funcionario tan cuestionado que incluso carga con denuncias por violencia de género y procesos judiciales por incumplimiento de deberes alimentarios.
"Este debe saber algo muy groso del intendente, sino no se entiende como lo mantiene en el cargo. Además de ser una basura de persona, heredó los negocios y vicios de sus predecesores", comentó un antiguo trabajador municipal que a pesar de haber visto pasar gestiones y funcionarios sostiene que "nunca vio tanta impunidad". (www.REALPOLITIK.com.ar)