Ahora le tocó el turno a Axel Kicillof, con quien compartió presentación en Mar del Plata, acompañados de la candidata a intendente, Fernanda Raverta.
"Hay algunas cosas en las que todavía no estamos de acuerdo con Kicillof", descargó sorpresivamente Alberto Fernández. E inmediatamente trató de moderar su declaración, concediendo que "Axel tuvo la grandeza de volver a escucharme y de explicarme cada uno de mis cuestionamientos. En algunas me dijo ‘tenés razón’ y en otras me dijo que ‘era lo que se podía hacer’, y tenía razón él".
"¿Saben quién es Axel? –continuó-. Es un hombre honesto moral e intelectualmente y por eso merece ser el gobernador de Buenos Aires. No lo duden. Es un chiquito que es un gigante".
Finalmente, llegó la síntesis: "Axel tiene un futuro enorme. En algunas cosas todavía no estamos de acuerdo, pero es un hombre enorme que merece gobernar la provincia”.
Luego de consignar que su espacio congrega a los principales referentes de la “nueva generación”, como Axel y Sergio Massa, Fernández cargó contra el gobierno nacional, asegurando que, en la próxima elección, los argentinos deberán elegir "entre los que endeudan a la Argentina y los que lo desendeudamos". "Si lo que quieren es que en la Argentina haya más ajuste –continuó- no me voten; si quieren reforma laboral, no me voten a mí; si quieren seguir castigando la educación pública, no me voten a mí; y si quieren la salud privatizada y que las vacunas no lleguen a los chicos, tampoco me voten a mí".
Finalmente, Alberto Fernández atacó lo que considera como el principal obstáculo en su camino a la presidencia: el “fuego amigo”, la discordia de los sectores ultra K que parece incrementarse con el paso de los días: "No dejemos que vuelvan a dividirnos -reclamó-, lo más importante de esta unidad es que nosotros sabemos a quiénes hay que defender”. (www.REALPOLITIK.com.ar)