16 de septiembre de 2019 | Provincia

Runrún en territorio bonaerense

El cambio de época abre las puertas al traspaso democrático: ¿Será en son de paz? 

Sorpresa, negación, desilusión y aceptación del viraje ideológico son los sentimientos que funcionarios alojados en la gobernación y algunos municipios han experimentado en el último mes. La caída en la realidad tiene como signo una inesperada palabra post PASO: transición.

El silencio de los primeros días post PASO en los pasillos de la gobernación, con ciertas caras de pocos amigos por parte de los funcionarios, fue de las primeras reacciones reinantes, para luego concentrarse en un análisis un poco más minucioso sobre qué pasó. La conclusión de aquellos que más alto rango revisten fue que “la sociedad debe realizar un profundo cambio cultural que revise sus valores”.

A pesar de ese negacionismo que pone el problema en el otro y no se hace cargo de los errores, culpando al ciudadano de a pie de “votar mal”, la palabra que se empezó a oír en las diferentes oficinas públicas bonaerenses es una sola: transición. La realidad llegó con forma de balde de agua fría y regó a los distintos espacios que componen la estructura de la provincia y ciertas comunas de un nuevo periodo, tal y como ocurrió en 2015.

En ese marco, si analizamos lo que sucedió en aquel momento, encontramos que en 77 municipios hubo una alternancia en las intendencias y fue en 49 de estos que el traspaso fue aceptable. En los mismos, hubo reuniones entre funcionarios entrantes y salientes, disponibilidad de información y un trato acorde lo demandaban las circunstancias que tenía como marco la caída de una ola totalmente amarilla que bañó PBA.

Los casos no mencionados en el anterior párrafo representaron a 28 comunas bonaerenses y fueron aquellas en donde las acusaciones de desvío de fondos, encubrimiento de irregularidades, manos negras que dejaban oficinas sin su equipamiento, expedientes que se escondían o desaparecían y otras malas mañas transitivas, se podían observar.

En la actualidad, si el resultado de las PASO se repite el próximo mes, podría haber cambio de color político en alrededor de 21 municipios. 19 se encuentran actualmente en manos de Cambiemos -hoy Juntos por el Cambio-, pasarían a pintarse de azul peronista y ser gobernados por el Frente de Todos.

Por otro lado, los vecinalismos conseguirían dos nuevos espacios comunales en donde la transición también sería de un color político a otro. A su vez, algunas otras pocas comunas se verán ante un cambio de intendente sin variar el partido gobernante.

Más allá del número de variantes, la realidad demostrará si salientes y entrantes se encuentran a la altura de los actuales acontecimientos teniendo en cuenta que el momento histórico y de crisis social / económica no parece propicio para comenzar con el lanzamiento de acusaciones.

El vacío de dignidad de la política local y provincial se encuentra a la vuelta de la esquina y puede determinar una nueva situación de inestabilidad y descreimiento por parte de la sociedad. El tiempo dirá si los nuevos y anteriores gobernantes escogen ese camino o dan una muestra de altura y recogen el guante que la ciudadanía demanda. (www.REALPOLITIK.com.ar)