6 de mayo de 2020 | Judiciales

Un caso increíble

Salta: Acusado de abuso sexual a menores, el cura Lamas aprovecha la cuarentena y busca su sobreseimiento

El cura Emilio Raimundo Lamas afronta graves causas por abuso sexual reiterado con acceso carnal y corrupción de menores, en perjuicio de dos personas, concretados durante su desempeño a cargo de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en la localidad de Rosario de Lerma, entre 1991 y 1994.  

Alberto Lettieri

Juan Carlos García y Carla Morales Ríos fueron los denunciantes en la Justicia salteña por abusos y violaciones sufridos a manos del sacerdote, cuando tenían 16 y 13 años respectivamente. 

Dos años atrás, cuando la Casación dio luz verde al juicio, el presidente del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos (ILEC) en Salta, Fernando Climent -quien asesora al abogado de las víctimas, Luis Segovia-, había destacado que, hasta ahora, “ningún cura fue a juicio en Salta”.

En una sociedad tradicional, la jerarquía eclesiástica ejerce tal vez su mayor poder dentro del territorio argentino. Por ello, el denunciante García no tardó en sufrir las consecuencias por su denuncia. Fue despedido inmediatamente de la municipalidad de Rosario de Lerma, donde se desempeñaba, por las inasistencias en las que incurrió para poder asistir al juicio. Climent deploró la decisión: “Nos hizo mucho ruido que el propio estado no lo acompañe, o peleaba por Justicia o comía, a esas cosas también hay que reverlas. El estado ha terminado favoreciendo a la iglesia”.

Por entonces, la otra víctima denunciante, Carla Morales Ríos, confesó en  un medio nacional: “Es algo nuevo para mí que no sé cómo se lleva siendo sobreviviente y víctima, más allá de todo lo que significa el juicio. Pasaron más de 25 años de silencio y más de dos años hablándolo públicamente. Hace dos años fui por primera vez a dar mi testimonio a la iglesia y no se hizo nada (…) Ellos nos metieron miedo, vergüenza, nos dejaron con una herida enorme”. Morales Ríos sufrió graves daños psicológicos, y está con acompañamiento profesional.  

“Cuando pude ver el abuso fue en el 2006, había que sacarlo, hablarlo, es el primer paso. Hay un proceso enorme desde que una habló hasta este lugar. Siento que minimicé la exposición, pensé que tenía las herramientas, pero tengo ataques de pánico, estrés emocional, le puedo poner nombre gracias a la terapia”, agregó Morales Ríos.

Lamas -actualmente sacerdote de la arquidiócesis de Salta- fue condenado por unanimidad por un Tribunal Vaticano, que lo juzgó por abusos en el mes de octubre de 2018, a la pérdida del estado clerical, considerando que las acusaciones por abusos sexuales perpetradas por el sacerdote “eran ciertas”. Y se dispuso que “de no efectuarse recurso, en los próximos quince días la sentencia será ejecutiva”.

Sin embargo, en el mes de febrero de 2019 el tribunal eclesiástico dio marcha atrás y el arzobispado de Salta lo repuso en sus funciones de manera silenciosa, una vez admitido el citado recurso  de apelación por la congregación para la Doctrina de la Fe. La congregación ordenó entonces la constitución en Salta de un tribunal eclesiástico de segunda instancia para que lo juzgue. El vicario judicial Loyola Pinto anunció escuetamente por entonces que “mientras dure este segundo proceso quedan suspendidas las medidas dictaminadas por el tribunal de primera instancia”. Así un reo procesado por abuso con acceso carnal y corrupción de menores volvió a ser sacerdote.

En tanto, la causa penal siguió su curso y los letrados de las víctimas sostuvieron la imprescriptibilidad de la acción judicial por los gravísimos crímenes que se le imputan a Lamas, quien aguarda el proceso en situación de arresto domiciliario. El inicio del proceso judicial estaba previsto para el próximo 7 de mayo, pero ahora la fecha quedó en suspenso ante la presentación de un nuevo recurso por parte de la defensa del sacerdote, que argumentó la inconstitucionalidad del argumento de imprescriptibilidad de la acción penal. 

El 28 de abril de 2020, el presidente de la Corte de Justicia de Salta, Guillermo Catalano, dispuso que se llame a autos para resolver sobre el “incidente de apelación interpuesto por la defensa en representación de Lamas, Emilio Raimundo / Recurso de inconstitucionalidad penal”.

¿Quedará en libertad el sacerdote por la caducación de los plazos legales, a pesar de las contundentes pruebas en su contra, que fueron admitidas incluso por el Tribunal Vaticano?

Estas cosas también suceden en la Argentina, mientras la cuarentena ocupa la escena. (www.REALPOLITIK.com.ar)