19 de julio de 2020 | Nacionales
Desde el inicio del aislamiento, el 20 de marzo pasado, tanto el presidente, Alberto Fernández, como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, han trabajado de manera conjunta para contener el avance del COVID-19 estableciendo aperturas y restricciones, según lo amerite la situación. Ahora bien, desde la disposición del aislamiento social, preventivo y obligatorio, los casos no han crecido de la manera que lo han hecho las últimas semanas, con lo cual serán decisivas las nuevas medidas.
Sobre esta cuestión, la médica infectóloga Leda Guzzi señaló que los últimos números dan cuenta que “estamos viviendo probablemente el peor momento desde que empezó esto”. Dadas las características del AMBA, considerada una megalópolis con intensa movilidad de la ciudadanía, según indicó, “la realidad puede ser mucho peor”.
“Estos números son bastantes alarmantes y es preocupante que se presenten después de haber hecho un endurecimiento de la cuarentena, lo cual da cuenta que, por un lado, no se respetó como se debía, pero por otro, estas transmisiones sucedieron en los 14 días previos”, indicó.
Leda Guzzi expresó que “hay mucha intensidad de circulación viral en estos momentos”, lo que genera que estén “sucediendo muchísimos casos y el sistema de salud está muy tensionado a expensas del sector privado, el cual nuclea al 75 por ciento de la población”. Y agregó: “Hay hospitales que están en un nivel de ocupación altísimo de camas”.
“El porcentaje de positividad ronda en un 45 por ciento en CABA y para la provincia de Buenos Aires. En el AMBA, una de cada dos personas testeadas resulta positiva”, destacó.
Asimismo, planteó que, en este contexto, “la realidad es que la conducta sanitaria es probablemente endurecer cuando los casos superan un umbral crítico que pone en riesgo al sistema de salud”. Además, explicó que para poder tener una “inmunidad natural de rebaño” que sea “importante” y logre “controlar un foco”, habrá que alcanzar “entre el 60 y 80 por ciento de la población inmunizada”, lo que generaría una “catástrofe”.
Una de las cuestiones en el eje de la polémica es la habilitación al running en CABA, aspecto que, desde el punto de vista infectológico, aseguró Guzzi, “no representa un punto crítico en lo relacionado a las transmisiones de enfermedades infectocontagiosas”, y que se acentúa mayormente en espacios confinados, poco ventilados y muy concurridos. “No deja de ser una preocupación la acumulación de personas en un espacio abierto, uno al lado del otro, esa situación puede facilitar una transmisión, más aún si las personas están haciendo actividad física intensa y están sin tapabocas”, señaló.
También advirtió: “Son más riesgosas las reuniones sociales en casas o en lugares cerrados. Eso es realmente muy peligroso. Se viene el día del amigo y me sorprende que haya gente que está haciendo planes para reunirse y la verdad es que no están dadas las condiciones para eso”. La reunión social contempla tres aspectos: lugares cerrados, lugares concurridos y en contacto cercano, que combinados puede ser efectivamente “un amplificador tremendo de la infección”.
“Todavía hay un margen, pero uno no quiere llegar a la situación en donde no tenga cómo internar a la gente. Es un momento delicado, pero lo bueno es que tenemos una vigilancia epidemiológica muy intensa: Tanto la vigilancia activa, a través del Detectar, que va directamente a buscar a los enfermos a las casas, como también la vigilancia pasiva, en tanto la población está concientizada en que tiene que consultar cuando tiene síntomas”, añadió.
Finalmente, la médica infectóloga ratificó que “el sistema de salud se ha fortalecido y ha aumentado su capacidad de respuesta, pero aun así los recursos son limitados”. En este sentido, reiteró que es un momento muy delicado y que “ahora más que nunca hay que tener responsabilidad social, evitar reuniones sociales y ser muy conscientes de que el riesgo está en la calle”. (www.REALPOLITIK.com.ar)