“Los números tienen que bajar, no alcanza con quedarnos en un promedio de 20 mil casos por día porque de esa cantidad habrá pacientes que requerirán de terapia intensiva y en dos o tres semanas sí o sí se van a terminar de ocupar las camas que hoy ya tenemos una seria dificultad en encontrarlas”, estimó.
En ese sentido reflexionó: “Creo que hemos tomado una clara conciencia de que con estos números vamos a una situación de colapso, con imágenes que no las tenemos que vivir y que no queremos que ocurran como las vimos en India o en Nueva York”.
Y consideró que “para evitar todo eso necesitamos una bajada profunda, -yo uso la metáfora del tobogán- de la incidencia de casos en las próximas semanas que permita que comiencen a liberarse camas de terapia pero que no se ocupen inmediatamente”, planteó.
En relación a la situación escolar, el especialista contempló la posibilidad de una presencialidad administrada para las próximas semanas: “Un número acotado de alumnos que se muevan, se movilicen va llevar a disminuir la cantidad de padres, abuelos, docentes que tienen que movilizarse día a día”, expresó.
También se refirió a la situación de los hospitales: “No pasa tanto por tener la cama o el respirador como objetos, el tema más importante es quién los maneja, el equipo de salud, el personal capacitado, los médicos, enfermeros y kinesiólogos para trabajar con una terapia plena de diez o quince camas”.
Por otra parte, indicó que “tenemos un buen número de testeos, pero con resultados muy altos porque hay mucha circulación, no es porque estamos haciendo pocos”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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