3 de septiembre de 2021 | Universitarias

Adoctrinamiento

La Universidad Nacional del Noroeste, emblema de la politización educativa

Luego del bochornoso episodio de la docente kirchnerista en La Matanza, se conoció que en la UNNOBA la vicerrectora, el director de la escuela de Económicas y Jurídicas y hasta el secretario de Extensión Universitaria son candidatos en las próximas elecciones de medio término.

El reconocido episodio en el que la docente Laura Radetich fue filmada gritándole a un alumno que criticaba la gestión kirchnerista, si bien reprobable, dio el puntapié inicial a un debate tan incómodo como necesario: el del adoctrinamiento político de los profesores hacia los alumnos en Argentina.

La práctica, si bien encuentra un rechazo explícito en todos los sectores políticos, es un secreto a voces. Poco a poco, en todos lados, docentes buscan llevar de la mano el pensamiento de sus alumnos para moldearlos a su propia figura. Es cierto que dirigentes del Frente de Todos se expresaron en contra de lo ocurrido, como la candidata a diputada nacional Victoria Tolosa Paz, quien aseguró que la docente “no actuó en función de su formación”, o el candidato a diputado Leandro Santoro, quien se limitó a expresar que “no le gustó” lo ocurrido. Sin embargo, incluso ante un avasallamiento de la libertad de pensamiento del alumno tan evidente, se encuentran apoyos aislados, incluso algunos de peso, como el del presidente Alberto Fernández, quien insólitamente defendió a Radetich insistiendo en que “es una buena manera de abrirle la cabeza a la gente”.

El pensamiento del primer mandatario se encuentra desplegado en todo su esplendor en la reconocida Universidad Nacional del Noroeste, ubicada en la localidad bonaerense de Junín. Allí, prácticamente toda la cúpula directiva está compuesta por candidatos, y una parte importante de la estructura administrativa, a juzgar por las denuncias de sus propios estudiantes, se encuentra impregnada de “ñoquis” políticos y militantes de espacios referenciados en los directivos.

La vicerrectora de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (UNNOBA) es Danya Verónica Tavela, quien cobra por su cargo unos 463.200 pesos mensuales. A modo de ejemplo, su salario representa unos 17 salarios promedio de los docentes del país. Tavela, militante radical, decidió lanzarse a una precandidatura a diputada nacional de la mano del neurólogo Facundo Manes.

El director de la escuela de Económicas y Jurídicas de la misma casa de estudios es el abogado Pablo Petraglia, quien desenbolsa unos 427.200 pesos mensuales, unas 15 veces el sueldo de un docente promedio en Argentina. Petraglia es candidato a primer concejal en la lista del Frente de Todos de Junín.

El secretario de Extensión es el licenciado Juan Pablo Itoiz, quien cobra 305 mil pesos mensuales, 11 veces el salario promedio de un docente. Itoiz comparte boleta con Tavela como precandidato a concejal por la lista de Manes. Los abultados salarios de los directivos militantes de la UNNOBA no se comparan con el de su rector, Guillermo Tamarit, quien cobra 492.300 pesos mensuales, 18 veces más que la enorme mayoría de los docentes del país.

Trágicamente, en la Universidad del Noroeste no parecieran coincidir los abultados sueldos con la calidad académica. Si bien fue inaugurada con el objetivo de brindar un nivel académico que esté a la par de la reconocida Universidad Nacional de La Plata, lo cierto es que en la UNNOBA numerosos alumnos han elevado sus quejas con respecto a la merma de la calidad académica.

En efecto, fueron los propios alumnos quienes denunciaron que numerosos docentes que se acercaban a dar clases desde la UNLP, dejaron de hacerlo. Del mismo modo, aseguraron que durante la cuarentena la UNNOBA fue una de las pocas casas de estudio del país que prácticamente no dictó clases, ni siquiera en modalidad virtual, lo que provocó duros retrasos en la enseñanza de quienes se encuentran cursando allí. (www.REALPOLITIK.com.ar)