14 de enero de 2022 | Opinión

Una historia de sangre

Argentina, territorio narco

El último capítulo de esta novela ocurrió el día martes pasado a la noche cuando José Luis Cuenca Beltrán (40), su pareja Verónica Reinoso (30) y su hija (4) sufrieron una balacera.

Héctor Costa

Uno de los proyectiles impactó en la espalda de José Luis y el otro a su hija en la zona abdominal, ambos están fuera de peligro. La mecánica de la emboscada es muy sencilla y común: dos sicarios emboscaron el Volkswagen Fox donde se encontraban las víctimas y dispararon seis disparos directos al vehículo.

Para comprender el “lío” que está por estallar o “estalló” en la Villa 1 11 14 hay que hacer un poco de memoria. Todo comenzó en el año 1999 con el trágico asesinato de Julio Chamorro Rebollar, un narco peruano que desalojó a “Los Paraguayos” de la comercialización de estupefacientes. Hizo el trabajo sucio para que luego de su asesinato comenzara el imperio de Marcos Antonio Estrada González (Marco) y los hermanos Ramos Mariños (Ruti y Meteoro).

Luego de sacar a “Los Paraguayos” del control de la droga y haber perpetrado el asesinato del primer líder narco Julio Chamorro Revollar y sus secuaces, ocurrido el 12 de febrero de 1999 en la villa 1-11-14, el imperio narco comenzó a crecer a través de Marco y los hermanos Ramos Marinos a pasos agigantados. Pero como no todo tiene un final feliz, fueron detenidos los tres: Marco, Meteoro y Ruti.

Con el tiempo, el primero en salir en libertad fue Marco, quien se adueñó de todo el negocio para él solo, lo cual trajo sangrientas consecuencias como el exilio de Ruti y Meteoro a la comercialización de estupefacientes en el interior de la Villa 31 y la declaración de guerra a Marco.

Desde entonces, empezó una guerra feroz. La peor batalla entre ellos fue cuando Ruti y sus amigos entraron el 29 de octubre de 2005 a la 1 11 14 para intentar matar a Marco durante una procesión del “Señor de los Milagros” -tradición católica peruana- de la que participaban 600 personas. En este atentado se cobraron la vida de cinco personas - había un bebe de seis meses- e hirieron a siete, aunque no alcanzaron su objetivo.

Al poco tiempo se desató la venganza. La mano derecha de Ruti fue estrangulado y él mismo sufrió un atentado que lo dejó malherido. El 2 de marzo de 2006 fue detenido por la división homicidios de la Policia Federal Argentina por la masacre de la procesión. Desprotegido, su hermano Meteoro fue cercado por sus rivales el 6 de abril y fue la última vez que respiro, murió acribillado en la Villa 31 Bis, detrás de la facultad de Derecho.

En 2005, Ruti no se fue de este mundo igual que Meteoro. Digamos que tuvo un final un poco más feliz: fue condenado a 18 años de prisión por la “masacre del Señor de los Milagros“. Tras cumplir una parte de su condena, Ruti fue expulsado del país en 2015 hacia Perú, donde simuló trabajar como zapatero cuando volvió a ser detenido y extraditado a la Argentina para ser juzgado por comandar desde su país una organización narco que enviaba droga a este país y la comercializaba desde la Villa 31.

El gran vencedor fue Marco, quien con su hermano mayor Fernando "Pity" Estrada Gonzáles (58), dominaron el negocio de la droga en la 1 11 14 hasta la actualidad desde la cárcel.

En escena aparece una persona que no necesita presentación: Dumbo, que no es ningún personaje sacado de una película de Disney sino Raúl Mailly Rivera, aquel que al día de hoy se encuentra prófugo junto a su pareja María Angélica Poma Quiroz.

Dumbo se hizo famoso por las balaceras en el barrio Padre Mujica en la Platea 11 pero él ya era conocido por ser el número uno de la pirámide narco en el esquema de líderes de la 1 11 14. Comenzó siendo un lugarteniente de Marco a firmar un acuerdo de paz en los últimos meses y romperlo a fin de año para no compartir el poder y los millones del negocio de la droga. Marco había confiado su negocio en Pantro, Jhony Ray Arnao Quispe -detenido a la espera de su juicio oral-, pero las fuentes policiales refieren que fue traicionado por Marco. Se comenta que le habrían hecho la propuesta de que entregue a Pantro para no juzgarlo a él por los nuevos delitos en la 1 11 14.

Luego de perder varios secuaces de su banda, Dumbo se reorganizó en “Los Antiguos”, una nueva banda con un rejunte de varias personas de distintos carteles para que controlen el negocio en el barrio Padre Mujica, aumentar el negocio en la 1 11 14 y animarse  a conquistar nuevos mercados como la Villa 31 y Rosario.

Hoy en día Dumbo se encuentra prófugo. Hay dos versiones sobre su paradero. Una de las hipótesis es que se encuentra en ciudad del Este, Paraguay y la otra que está en el país muy bien protegido. Asimismo, hay una versión muy fuerte de un vecino de zona oeste del conurbano que llamó al 911 asegurando haber visto a Dumbo con sus propios ojos pasando las fiestas para reorganizar el negocio.

El desenlace de esta historia está por verse. De lo que sí estamos seguros es que cambian los líderes de las organizaciones narco en Argentina pero la droga y la sangre siguen corriendo.

 

(*) Héctor Costa es abogado egresado de la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA).