La clase política total lo gastó entre otros ítems en:
- Sobreprecios de obras públicas.
- Alevosos sobreprecios de obras públicas.
- Inversiones millonarias en obras innecesarias que nunca funcionaron.
- Alevosos gastos en crear ministerios y demás entes no necesarios.
- Alevosos presupuestos en legislatura nacional y provinciales.
- Gastos innecesarios en profesionalizar los concejos deliberantes.
- Alevosas coimas a poderes judiciales nacionales y provinciales con el objeto de mantener impunidad.
- Alto costo del Consejo de la Magistratura para generar impunidad.
- Miles de ñoquis sin tarea asignada, o en funciones no necesarias a nivel nacional, provincial y municipal.
- Pérdida de divisas por destruir buques y trenes argentinos.
- Contrabando de cereales, de minerales, de petróleo y derivados, que en muchos rubros supera el 20 o 30 por ciento de la producción nacional.
- Descontrol total de fronteras, y mares donde empresas extranjeras depredan a diario las riquezas argentinas.
- Uso indiscriminado de los bienes del estado, aviones, autos, etcétera, en beneficio particular y de la política toda.
- La creación de más de 160 impuestos que destruyó la riqueza productiva de las pymes y la industria en general.
- Sindicalistas a su servicio y no al servicio de la comunidad.
- Poner funcionarios no capacitados a dirigir ministerios y entes públicos.
- Sueldos y jubilaciones de privilegio en todas las instituciones públicas.
- La huida de capitales extranjeros por la inestabilidad política y sus consecuencias, lo que generó la no inversión de capitales argentinos.
- Descontrol económico de empresas mal estatizadas.
- Y cientos de gastos innecesarios más a nivel nacional, provincial y municipal.
En resumen, ordenando los gastos innecesarios sólo con sentido común y reglas claras, podemos ahorrar por año 22.000 millones de dólares.
En quince o veinte años con inteligencia, honradez, cero corrupción y amor a la patria, pagamos la deuda externa argentina y volvemos a ser un país digno de ser vivido.
Datos obtenidos a través de treinta años por un grupo de empresarios, científicos, ex agentes de Aduana, ex funcionarios, etcétera, que aman la Argentina.
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(*) El ingeniero José Luis Kelly es precandidato a presidente de la Nación.