13 de febrero de 2023 | Provincia
Durante los últimos años, el organismo bonaerense que administra los institutos penales de menores se vio envuelto en numerosas polémicas y acusaciones cruzadas. Motines, fugas, venta de drogas, falta de personal, atrasos en el cobro de horas extras, reducción del presupuesto y graves omisiones en el cobro de las cajas chicas, son sólo algunas de las dificultades a las que el área se ha enfrentado.
“Sólo hay unos pocos jóvenes con actividades educativas, mientras que el resto se encuentra a la deriva”, aseguraron a REALPOLITIK trabajadores del organismo, en relación a los internos.
Actualmente, el área penal juvenil está a cargo de la subsecretaria de Responsabilidad Penal Juvenil, Viviana Archidiácono, aunque su responsable último es el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque. Junto a ella trabajan dos militantes kirchneristas que, de acuerdo al testimonio de los administrativos del área, asumieron sin tener conocimiento alguno en el rubro: Laura Sporetti y Perla Figueroa.
El verdadero poder, sin embargo, estaría en las “segundas líneas”. Uno de ellos es el temible Claudio “El Momia” Otero, asistente de seguridad, que cuenta con un alarmante registro de denuncias por malos tratos. “El Momia” aterrizó desde el centro de recepción de Lomas de Zamora, tristemente célebre por hechos de violencia.
Las llamadas “segundas líneas” se completan con la coordinadora general, Marta Casali; el responsable del Conurbano, Mariano Navarro, quien como estrategia hace trascender versiones de posibles ascensos en su futuro próximo, pensando que así neutraliza el desastre que ocurre bajo su órbita en dispositivos a su cargo como La Matanza y Nogués; el responsable del Interior, Gustavo Mendoza; y el responsable de La Plata, Dante Martínez. Todos ellos reportan a dos viejos conocidos del Organismo provincial de Niñez y Adolescencia: el director del Aráoz Alfaro, Oscar Tacchi, y Carlos Lucía, ex director de Institutos Penales durante la gestión de Daniel Scioli.
La guerra entre los jóvenes de La Cámpora y la vieja guardia sciolista presenta un frente de batalla en los institutos penales. Meses atrás, Tacchi y Lucía llevaron adelante una intentona con el objetivo de instalar a Carlos Corrales como director provincial. La maniobra fracasó. Desde La Cámpora, recordaron el salto de Corrales a las filas de Horacio Rodríguez Larreta en el 2016 y sabotearon la operación.
Desde entonces, tanto Lucía como Tacchi tuvieron que ajustarse a las segundas líneas. El resultado fue preocupante. Motines en el centro de recepción Malvinas Argentinas, en la localidad de Pablo Nogués, venta de drogas y celulares en el centro de recepción de Lomas de Zamora, y fugas de interno, como en el predio de Abasto, en La Plata.
En las últimas semanas, tanto Tacchi como Lucía habrían vuelto a la carga en busca de alguna dirección provincial, apoyados por minorías en los sindicatos de minoridad, despertando la preocupación de trabajadores del área. Bajo el lema “No volver atrás”, numerosos empleados del área y militantes de La Cámpora se aprestan a cerrar filas contra la vuelta del sciolismo a un Organismo de Niñez y Adolescencia en calamitoso estado.
Sin dudas, la peor gestión de muchas en no menos de veinte años. (www.REALPOLITIK.com.ar)