Según informe de la UBA, el 14 por ciento de muertes en Argentina están vinculadas al tabaquismo

En el marco de la conmemoración del día mundial sin Tabaco, la Red de Hospitales Universitarios de la Universidad de Buenos Aires (UBA) presentó un informe que busca concientizar sobre las implicancias para la salud que acarrea el tabaquismo, una epidemia que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mata hasta a la mitad de las personas que consumen cigarrillos. Más allá de la tendencia global de disminución del hábito de fumar, en Argentina alrededor del 14 por ciento de las muertes que se producen “pueden ser atribuídas al tabaquismo”, señala el estudio. 

“Pese a que en los últimos años el consumo de tabaco ha bajado un 25 por ciento en el país, genera 45 mil muertes al año”, indica el doctor Diego Sánchez Gelós, coordinador del programa de Cesación Tabáquica del Hospital de Clínicas de la UBA. Por su parte, la doctora Iris Boyeras Navarro, neumonóloga del instituto de oncología A. Roffo, agrega: “Las enfermedades cardíacas provocan cerca de 10 mil muertes al año, EPOC 7.800, cáncer 12.700. Todas ellas son atribuibles al consumo de tabaco”.

La médica advierte además que “la edad de inicio es cada vez más temprana, en promedio entre los 11 y los 13 años. El consumo de tabaco se concentra en particular entre los 25 y los 49 años, aunque el pico del consumo de cigarrillos se da entre los 28 y los 35”. Si bien dejar el hábito no suele resultar sencillo, Diego Sánchez Gelós afirma que “aquellos que toman la decisión de buscar ayuda profesional alcanzan hasta el 36 por ciento de éxito mientras que quienes intentan por su cuenta apenas llegan al 6 por ciento de probabilidad de dejar el cigarrillo”.

Con respecto a quienes comparten espacios cerrados con personas que fuman, los especialistas indican que están expuestos al menos a 70 sustancias carcinógenas. Según Patricia Aruj, médica clínica y neumonóloga del Instituto Alfredo Lanari de la UBA, “el humo del tabaco es responsable de la muerte de 6.000 argentinos por año”. Y sentencia: “Un fumador pasivo expuesto al humo tiene un 20 a 30 por ciento más de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, cerebrovascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer de pulmón, mama y nasofaríngeo”, por lo que recomienda: “no fumar en hogares, automóviles, ni ningún lugar cerrado, dado que no alcanza con ventilar los ambientes”. (www.REALPOLITIK.com.ar)