Nuestro país cuenta con un recurso natural codiciado por todo el mundo: el litio, cuya industria creció fuertemente en el último tiempo. Sin embargo, los principales beneficiaros del mineral son las empresas extranjeras que extraen el litio a bajo costo y, además, continúan con la cadena de producción fuera de Argentina. En este aspecto, el presidente de la Cámara Latinoamericana del Litio, Pablo Rutigliano, indicó: “Presentamos una denuncia penal a diferentes sectores en relación a que hoy al litio no se lo considera un commoditie, y la gravedad es que no hay una transparencia en la comercialización litífera”.
“La formación del precio es de vital importancia para que se pueda establecer la cadena de valor y desarrollar una macroeconomía que represente un impacto formal en el ingreso de divisas”, agregó. Al respecto, desarrolló: “El carbonato de litio tiene un precio internacional, fijado en Shanghái y Londres, pero Argentina no lo considera un commoditie; lo grave de todo es la cartelización del mercado litífero. La pérdida de valorización hace que el mercado sea poco transparente, lo cual las dos compañías que operan en Argentina subfacturan por debajo del precio limpio internacional”.
“Al subfacturar, la Argentina en el 2022 perdió 2.600 millones de dólares, y a julio del 2023 pierde 683 millones”, añadió. En cuanto a la solución de esta problemática soberana, aclaró: “Necesitamos una ley nacional para declarar al litio como un recursos estratégico, un commoditie; así, también se van a beneficiar las provincias. La industria litífera está ralentizada porque no se permite el desarrollo, más allá que algunos medios anuncien lo contrario”.
Finalmente, Rutigliano se refirió a las regalías para las provincias: “Les deja el 3 por ciento nada más; si nos ponemos a trabajar sobre la ley de estabilidad fiscal en relación al impacto impositivo que tendrían las inversiones de las empresas, habría beneficios en impuesto a las ganancias, devolución del IVA y amortización acelerada. Se deben cumplir los procedimientos de inversión y capitalización, sumado a que existan los controles para que estas no subfacturen”. (www.REALPOLITIK.com.ar)