13 de enero de 2024 | Nacionales
Todos creen que hay que darle cien días al gobierno de Javier Milei, para que el impacto del ajuste incremente el malestar social. Por su parte Juan Grabois comparte esa opinión y Alberto Fernández sigue en Narnia o, en su caso, en España.
No lo hacen por bondad ni por consideración hacia Milei. Para capitalizar el enojo y el desencanto, primero debe generalizarse.
Máximo Kirchner le repite a quienes lo rodean: "La campaña del miedo no funcionó, ahora hay que esperar". "No voy a movilizar a La Cámpora ahora porque es hacerle el juego a Milei”, asegura.
La ventaja obtenida por Milei en el balotaje encendió la cautela en los principales referentes de Unión por la Patria. Están convencidos que salir con los tapones de punta contra el nuevo gobierno sólo blindará a sus votantes, a pesar de que muchos de ellos sufran las consecuencias del ajuste demoledor.
Creen también que los sindicatos y los sectores damnificados por las políticas del nuevo gobierno deben salir a movilizarse, como ya lo hicieron en el ámbito de la cultura o los trabajadores estatales, para aportar fundamento en la realidad a los argumentos de senadores y diputados para oponerse al mega DNU y la ley ómnibus.
Sin embargo, en el sindicalismo muchos disienten -y lo hacen saber- con esta estrategia basada en el cálculo político. Pablo Moyano salió a exigir que el PJ avance en su reorganización para enfrentar ordenadamente las políticas de ajuste. "Los dirigentes tienen que estar en la calle con nosotros", sentenció, preocupado por la eventual pérdida del enorme negocio de las obras sociales. E inmediatamente denunció: ”No hay nadie (dentro del PJ) que convoque a una reunión para darle un mensaje al pueblo argentino".
El sindicalista camionero no ocultó su enojo con la estrategia elegida por los referentes políticos de UxP. "¿Dónde está Alberto, Cristina, Máximo, Sergio? Tenemos que estar todos juntos. Esto no es que perjudica a Camioneros, SMATA o los bancarios, acá vienen por todos los intereses de los argentinos”. disparó. E inmediatamente instó a llevar a cabo una indispensable “renovación en general del peronismo”.
“Se están tratando temas muy compilados. Tiene que haber una convocatoria. Cada cual sabe hasta dónde puede llegar a mantenerse en un cargo. Más allá de las críticas de la CGT, hoy somos el muro de contención contra el avasallamiento contra los trabajadores”, concluyó, en tono poco amistoso
Con urgencias y presiones diferentes, cada cual atiende su juego. ¿Conseguirán unificarse a tiempo, o la dispersión y la fragmentación terminará llevándoselos puestos? . (www.REALPOLITIK.com.ar)