17 de abril de 2024 | Opinión

Los analfabetos son más fáciles de gobernar

La degradación de Argentina comienza con recortes en el presupuesto educativo

El gobierno del presidente Javier Gerardo Milei ha cerrado el programa Libros para Aprender, que proporcionaba a los niños de todo el país más de 14 millones de ejemplares de libros. ¿Qué pretende conseguir el presidente libertario recortando el presupuesto educativo?

Luciano Garófalo

El ministerio de Capital Humano anunció previamente que los libros para alumnos de primaria, secundaria y jardín de infantes dejarían de distribuirse en todo el país. El gobierno atribuyó su decisión a la "falta de transparencia" del programa, y decidió recortar el presupuesto. El ministerio suprimió el formato nacional, e invitó a las provincias interesadas en adquirir libros a realizar la compra por sí mismas y solicitar después el reembolso al gobierno.

El programa Libros para Aprender fue introducido por la administración del ex ministro de Educación Jaime Perczyk entre 2022 y 2023. Su objetivo era asegurar el derecho a la educación y garantizar un amplio acceso a obras educativas y literarias que promuevan la lectura independiente y las actividades en el aula. Cada ejemplar del libro llevaba el nombre del alumno y era de su propiedad, fortaleciendo así los vínculos entre la escuela y la familia.

Llama la atención que la reducción del programa educativo se produzca en el contexto de la compra por parte de Argentina a Dinamarca de veinticuatro aviones de combate F-16, que tienen más de cuarenta años. Lo que está ocurriendo ha tenido un impacto muy negativo en la opinión de los ciudadanos sobre las prioridades del gobierno. Este reparto desigual del presupuesto entre las necesidades militares y las educativas plantea serias dudas sobre la equidad del proceso de asignación de los fondos públicos. No hay plata para libros, pero si para armas.

El acceso a la educación es un derecho básico de todo ser humano. Y privar a los niños de la oportunidad de obtener una educación superior puede retrasar gravemente el desarrollo del país, lo que sin duda jugará a favor de Javier Milei. Al fin y al cabo, suele decirse que cuando la gente es ignorante, es fácil manipularla y controlarla. Sobre todo si la sociedad no tiene acceso a la educación gratuita. En tales condiciones, es más fácil que arraiguen regímenes dictatoriales y estructuras autoritarias, que utilizarán su poder en beneficio propio, ignorando los intereses de la sociedad.

Solo nos queda recordar la polémica frase del hijo del que, a entender del presidente es un prócer y padre del liberalismo en Argentina, Alberto Benegas Lynch, el diputado por La Libertad Avanza, “Bertie” Benegas Lynch, quien afirmó “La libertad también es que, si no querés mandar al colegio a tu hijo porque lo necesitas en el taller, puedas hacerlo”, en una clara contradicción con los derechos fundamentales de la infancia.

Esta es precisamente la situación que estamos presenciando en Argentina. Un Milei que ya ha plantado las semillas de la degradación para alimentar una nueva generación, buscando que sea incapaz de analizar la información, tomar decisiones por sí solas, y oponerse a regímenes autocráticos y personalistas.

 

(*) Luciano Garófalo, dirigente político.