6 de junio de 2024 | Opinión

La entrega avanza

Malvinas, la desesperante política exterior de Javier Milei

Un gobierno que lleva seis meses en Argentina y aún no ha mostrado políticas de estado en ningún sentido, excepto el déficit cero, que es importante, pero, no a costa de lo que sea.

Alicia Panero

En política exterior, esta carencia se nota más aún y lo que es peor, una nueva pelea internacional del presidente nos sorprende cada semana, ante la impavidez de los ciudadanos observadores. 

Seguimos siendo y perteneciendo a América Latina, aunque el presidente en su deseo más íntimo, no le guste. En sus manifestaciones públicas, marca tendencias por su verborragia agresiva con países que han sido aliados de Argentina, en causas tan sensibles como la cuestión Malvinas. Confeso admirador de Margaret Thatcher, tanto el como su Canciller, Diana Mondino, no hacen ni un solo comentario, ni una queja respecto de los avances unilaterales del Reino Unido sobre nuestra soberanía. 

No hay comunicados oficiales sobre la decisión de extender el área marítima de los permisos de pesca hasta las islas Georgias, ni sobre la construccion de un nuevo puerto, ni sobre la incesante carrera armamentista en el Atlántico Sur, desde la base militar de Monte Agradable. Tampoco sobre las visitas a Puerto Argentino de el canciller y antiguo primer ministro de Reino Unido, David Cameron, donde expresó sus deseos de que el archipiélago sea un territorio británico "por siempre"
Solo un tímido posteo en la red social X (ex Twitter) de Diana Mondino, y solo luego de una lluvia de críticas, ya que primero le había dado alegremente la bienvenida.

Solo hay silencio de radio ante el incumplimiento por parte del Reino Unido de los convenios internacionales para la identidad póstuma de los soldados caídos aún sin identificar. Esos a los que lo británicos usaron como moneda de cambio para conseguir prebendas con el Comunicado Foradori- Duncan, celebrado durante el gobierno de Mauricio Macri y dejado sin efecto en el de Alberto Fernández.

La declaración de prensa fue cuestionada por la oposición y algunos grupos de veteranos de Malvinas que señalaron que se trataba de concesiones gratuitas, con especial hincapié en la cuestión de recursos naturales, al gobierno británico que no había mostrado ninguna intención de dialogar al respecto de la soberanía de las islas. ​ 

Sin embargo, la declaración fue apoyada fuertemente por la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas. Asimismo, uno de los puntos de la declaración, que establecía un vuelo São Paulo-Islas Malvinas, fue criticado por la oposición ya que se sostenía que no redundaría en ningún beneficio para la Argentina, ayudando a desandar la política exterior al respecto del tema que el país había establecido en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner

El resultado, ningún beneficio para nuestro país, todo lo contrario, se venden mas permisos de pesca, se sigue con los estudios sobre explotación hidrocarburiferas, cuando hay leyes vigentes que regulan y multan esas actividades. 

El presidente quiere ser amigo de lideres y países que no quieren ser sus amigos o aliados, sino aquellos que pueden sacar tajada, por medio del ejercicio colonial, como el Reino Unido, o vaya a saber que cuestiones amañan su pretendida posición al lado de Israel. Y esto no significa no condenar enérgicamente el accionar del terrorismo islámico.

¿Un gobierno sin patria, sin bandera, puede preocuparse por lo caídos que faltan identificar en Malvinas? Desde que asumió su gobierno, la respuesta es no. 
Milei fue el primer presidente de la historia que no menciono en su discurso de asunción la cuestión Malvinas, que además esta plasmada en la Constitución de 1994, en su clausula transitoria primera. “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional”. Clausula que el presidente y su canciller parecen desconocer.

En la no política de derechos humanos de este gobierno, olvidan además el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario que contempla y protege el derecho a la identidad póstuma de los caídos en combate, el derecho a la identidad se prolonga más allá de la muerte.

El Reino Unido, incumple y lesiona ese derecho al no permitir continuar con el Plan Proyecto Humanitario III, pero el gobierno argentino omite hacer pedidos para que se cumpla, por lo tanto, tampoco está cumpliendo con los acuerdos internacionales y aporta así a la lesión de ese derecho consagrado.

La canciller Mondino lloró en una entrevista en Córdoba por los caídos, cuando se le pregunto sobre este tema en particular, pero a sus lágrimas, no siguió ninguna acción concreta para atender a las familias que aún esperan, al menos no son de publico conocimiento No incomodar al Reino Unido parece ser hoy la premisa en esa área de la política exterior.

Recibió una nota detallada de lo que falta por concluir, existiendo constancia de que la recibió, pero jamás la respondió. Las redes sociales dan más redito, por lo que también allí se le pregunto, pero usualmente no responde mas que a sus acólitos, que le postean memes de perritos. Esa es la importancia que tienen nuestros héroes muertos para una canciller que no hace mas que no hacer cosas importantes. 

Cabe recordar que la presidente de la comisión que administra la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, es diputada nacional y conforma el bloque de La Libertad Avanza, algo al menos poco coherente con esta política exterior incomprensible respecto del Reino Unido, sobre todo para las familias de caídos que esa Comisión no contempla, ya que no es ni amplia, ni inclusiva.

De sus diez proyectos presentados, dos se refieren a Malvinas, la declaración de interés de la misa de homenaje a los caídos, y otro que declara de interés un programa dictado por ex combatientes, llamado “Semillas de la Patria”. Ninguno de los restantes es de interés para la causa Malvinas, ni para el avance en el cumplimiento del derecho internacional por parte del Reino Unido, respecto de los muertos que aun no tienen identidad. Su alineación a la política de no incomodar es total.

El acuerdo Plan Proyecto Humanitario, si bien fue exitoso porque logro la identificación de 121 soldados, no contemplo trabajos arqueológicos en los campos de batalla, y queda demostrada su necesidad, con el personal caído en tierra, como el soldado Omar Brito, y el Sargento Luis Cabrera, muertos en combate y no hallados en el cementerio.

Este plan ha sido una política de estado desde 2012, cuando durante la presidencia de Cristina Fernández comenzaron las negociaciones, junto a la presentación judicial de las madres de chaqueños y correntinos caídos ( provincias que en número de soldados más aportaron a la guerra) La política de identidad continuo tanto en el gobierno de Macri, como en el de Alberto Fernández, y actualmente, esta en una vía muerta.

A sus familias, las han olvidado, nadie les da una esperanza, han dejado de comunicarse con ellos.

No incomodar al Reino Unido, es no pedir por esos muertos, es olvidar a sus familias, más allá de la patria y la cuestión de soberanía poco mencionada, en sí.
Los discursos violentes grandilocuentes para con nuestros iguales de América Latina, esos que le gustan al presidente, deberían atemperarse, y ser si, incisivos con el Reino Unido.

Seguimos siendo Argentina, aunque al presidente no le guste, y como argentinos tenemos derecho a que nuestros representantes reclamen por la soberanía y por el cumplimiento de los acuerdos internacionales a los que suscribimos, y al derecho internacional humanitario.

(*) Alicia Panero es docente e investigadora.