Aumenta la crisis política en Formosa tras el alejamiento de Basualdo de Gildo Insfrán

En un nuevo capítulo de la creciente crisis política en Formosa, el intendente de Lomitas, Atilio Basualdo, ha vuelto a desafiar abiertamente al gobernador Gildo Insfrán. Tras ser acusado de "traidor" por reunirse con funcionarios del gobierno de Javier Milei en Buenos Aires, Basualdo ha escalado el conflicto al publicar una foto junto a la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.

Esta imagen promete causar un revuelo aún mayor que sus encuentros previos con los funcionarios nacionales y la polémica foto con el senador Francisco Paoltroni y el intendente de Laguna Yema, Nilton Werning. Esas imágenes desencadenaron una tormenta política en el Partido Justicialista (PJ), resultando en una cruenta persecución política y despidos masivos y arbitrarios en Lomitas.

La reciente fotografía de Basualdo con Bullrich, combinada con rumores sobre la próxima visita de la Vicepresidente Victoria Villaruel y de Bullrich a Las Lomitas, ha encendido todas las alarmas en el Gildismo provincial. La llegada de maquinaria vial a Yema, interpretada como un apoyo logístico y simbólico de la Nación, no hace más que agravar la percepción de una inminente ruptura y una crisis interna sin precedentes en el Gildismo provincial.

La conducción de Insfrán se enfrenta ahora a un desafío crítico. La creciente disidencia interna amenaza con fragmentar al Gildismo y al partido que preside. Con su reciente movimiento, Basualdo parece decidido a no retroceder, tensando cada vez más las cuerdas del ring político.

El impacto de esta nueva fotografía no se hará esperar. En círculos cercanos a Insfrán, la advertencia de Basualdo y su foto con Bullrich fueron interpretadas como una provocación directa y una declaración de guerra política. Voces dentro del PJ exigen una acción disciplinaria contundente contra el intendente de Lomitas, mientras la militancia gildista manifiesta su preocupación por el incierto rumbo de la disputa interna. Esta situación ya ha llevado a varios intendentes y dirigentes de peso a soñar con sumar a la Capital y a Clorinda en la disputa final con lo que queda del Gildismo.

Por otro lado, sectores de la oposición ven en Basualdo una figura clave que podría capitalizar el descontento y reorganizar fuerzas en torno a una alternativa política viable frente al liderazgo histórico de Insfrán. La posible visita de Villaruel y/o Bullrich podría representar un respaldo significativo a esta corriente disidente.

En este contexto de alta tensión, el panorama político de Formosa se presenta más incierto que nunca. Con un PJ fracturado, la espada de Damocles de la Corte Suprema pendiendo sobre la reelección indefinida y una oposición que busca aprovechar la oportunidad para ganar terreno, el futuro político de Formosa está en juego. La continuidad de estos eventos marcará un antes y un después en la política provincial, con consecuencias impredecibles para todos los actores involucrados, y fundamentalmente para los formoseños. (WWW.REALPOLITIK.COM.AR)