1 de julio de 2024 | Interior
La secretaria de Gobierno de Río Gallegos, Sara Delgado, encendió la polémica al afirmar este lunes que "cualquier fiscal debería intervenir de oficio e investigar a la Municipalidad por las graves acusaciones que hizo el ministro de Trabajo". Las declaraciones de Delgado surgieron en respuesta a las críticas del ministro hacia la gestión municipal.
Delgado también cuestionó si se trata del mismo ministro Gutiérrez que fue denunciado públicamente por Claudio Vidal por presunto enriquecimiento con el gremio de los vigiladores. "Si es el mismo, también dijo que iba a llevar a la justicia al dirigente petrolero y después no se animó", señaló, poniendo en duda la integridad del ministro.
El ministro de Trabajo no tardó en responder. "No la sigo a la secretaria. No la conozco. No sé ni su nombre ni lo que dice ni habla", indicó, restando importancia a las declaraciones de Delgado.
La controversia no terminó ahí. Gutiérrez también criticó al intendente Pablo Grasso por su ausencia en el acto del Día de la Bandera en la Escuela de Policía. "El único que no estaba era el intendente", apuntó, subrayando la falta de presencia del jefe comunal en un evento patriótico importante.
Más allá de su ausencia, Gutiérrez lanzó una acusación que ha generado gran revuelo. "El intendente estaba abrazado con los chilenos en Punta Arenas. Eso me molesta, entendiendo que era una fiesta patria en la que la comunidad se vuelca, pero el intendente estaba el fin de semana largo abrazado con los chilenos, y cada vez que hay un fin de semana largo, está en Chile. El 9 de julio, no sé, estará en Paraguay", criticó, insinuando que Grasso prioriza sus visitas a países vecinos sobre su responsabilidad con la comunidad local.
Las declaraciones de Gutiérrez han sido consideradas por muchos como xenófobas, lo que ha encendido aún más la disputa política en Río Gallegos. La ausencia del intendente Grasso en el acto del Día de la Bandera y las acusaciones de favoritismo hacia sus vecinos extranjeros han creado un ambiente de tensión y desconfianza en la gestión municipal.
Este intercambio de acusaciones y la naturaleza de los comentarios hechos por ambos funcionarios no solo reflejan una profunda división política, sino también la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en la administración pública local. La comunidad de Río Gallegos espera respuestas claras y acciones concretas ante esta controversia que afecta la confianza en sus líderes. (www.REALPOLITIK.com.ar)