9 de julio de 2024 | Interior
La política en Chubut está más cargada de tensiones y humor ácido que nunca. La reciente salida de Luis María Aguirre del Instituto de Asistencia Social (IAS) es un ejemplo claro de cómo las avivadas y chicanas pueden tener consecuencias serias. Aguirre, quien iba a ser reemplazado por el gerente general Ramiro Ibarra a mediados de año, terminó dejando su cargo abruptamente tras un supuesto intento de quedarse un mes más para cobrar su salario completo. Esta maniobra no fue bien recibida por el gobernador Ignacio Torres, quien le pidió la renuncia de manera poco elegante. Ahora, Aguirre se encuentra en la incertidumbre sobre su futuro en la intendencia de Esquel, bajo la administración de Matías Taccetta.
Mientras tanto, la nueva administración del IAS tiene a Ibarra como presidente y a Daniel Cóppola, un hombre del diputado Daniel Casal, en la gerencia general. Este movimiento sigue la tendencia de Casal de colocar a sus aliados en posiciones clave, como lo hizo con Alfredo Politano en Recursos Humanos.
La política chubutense no solo se mueve entre avivadas, sino también entre chistes que revelan más de lo que aparentan. Durante la presentación de las nuevas leyes electorales, el gobernador Torres bromeó sobre la incorporación de varios representantes de partidos políticos a su fuerza. Aunque lo presentó como un chiste, la incomodidad en las caras de los presentes, incluidos líderes de PJ, Chusoto, Frente Renovador y Provech, sugirió que había mucho de verdad en sus palabras. Daniel Silva de Provech ya tiene un acuerdo con el gobierno para sumarse en 2027, y otros dirigentes del Frente Renovador también están abiertos a acuerdos futuros. Incluso Máximo Pérez Catán de Chusoto reconoció la posibilidad de unirse al frente nachista.
En este contexto, con un Partido Justicialista (PJ) debilitado, surge la pregunta de quién ocupará el rol opositor principal en Chubut. Todo apunta a que será La Libertad Avanza, en un escenario donde las alianzas y deserciones están redefiniendo el mapa político de la provincia.
Entre tensiones, avivadas y chistes que calan hondo, la política chubutense sigue siendo un campo de batalla donde la risa y la crítica se entrelazan de maneras inesperadas, dejando a los ciudadanos expectantes sobre el futuro de su liderazgo. (www.REALPOLITIK.com.ar)