13 de septiembre de 2024 | Municipales
La normativa, considerada anticonstitucional por los empleados de la comuna, impone una reducción en la carga horaria y excluye a los trabajadores de la salud de su estatus como esenciales, afectando gravemente la operatividad de hospitales locales como el Doctor Ángel Pintos, y los centros de salud de Chillar y Cacharí.
El conflicto escaló el miércoles pasado con una movilización en la que decenas de trabajadores del hospital Doctor Ángel Pintos manifestaron su preocupación por el futuro del sistema sanitario en Azul. En un documento dirigido al intendente, exigen la renuncia del secretario y subsecretario de Salud, Hernán Combessies y Juan Ignacio Kubik, a quienes acusan de dañar las estructuras de salud. Los trabajadores solicitan la restitución de los directivos Diego Azcona y Fabio Carluccio, cuya gestión consideran clave para la estabilidad del hospital.
La reducción horaria, según el decreto 1614/24, ha generado tensiones dentro del hospital, afectando tanto a los empleados como a los pacientes. Los trabajadores sostienen que, además de violar sus derechos laborales, esta medida compromete la calidad de los servicios esenciales que brinda el nosocomio, poniendo en riesgo la salud de la comunidad. Además, se oponen a la incorporación de médicos itinerantes que, según los trabajadores, desconocen la realidad local y empeoran la situación.
Los firmantes del reclamo han enfatizado que la salud es un derecho y que no aceptarán recortes que perjudiquen el funcionamiento de los servicios. "Estamos viendo cómo se destruye no solo el hospital Pintos, sino también los centros de salud de Chillar y Cacharí", lamentó una de las trabajadoras municipales.
El conflicto ha generado una profunda división dentro de la comunidad sanitaria, mientras el municipio, a través del secretario de Gobierno, Ignacio Pallia, y el propio Combessies, ha defendido la medida, argumentando que los servicios cuentan con la cobertura suficiente y que la reducción horaria es una medida de emergencia.
Los trabajadores, por su parte, advierten que no permitirán la implementación de cambios que afecten negativamente la atención médica y exigen un diálogo abierto y transparente para resolver el conflicto. La situación sigue en tensión, y se espera una respuesta del intendente Nelson Sombra ante las demandas de los empleados municipales. (www.REALPOLITIK.com.ar)