12 de diciembre de 2024 | Interior
La clausura de la Feria Mayorista del barrio Gral. Arias por parte del Ejecutivo municipal desató una masiva movilización de trabajadores, productores frutihortícolas, vendedores mayoristas y minoristas, quienes se congregaron frente al edificio municipal ubicado sobre Avenida El Éxodo para exigir la reapertura inmediata del predio.
La medida se amparó nuevamente en la ordenanza N°7857, que prohíbe el funcionamiento de ferias mayoristas dentro del ejido urbano. Sin embargo, esta decisión afecta directamente a cientos de familias que dependen de la actividad comercial en la feria, que se encuentra estratégicamente ubicada a metros de la Ruta Nacional N°9.
Portando carteles y elevando consignas, los manifestantes señalaron el impacto económico y social que genera el cierre en vísperas de las fiestas de fin de año. “Sacamos préstamos para stockear mercadería y ahora estamos perdiendo ventas cruciales en una de las épocas más fuertes del año”, expresó uno de los comerciantes.
Otros testimonios de trabajadores y clientes reforzaron la urgencia del reclamo:
Los manifestantes advirtieron que, de no obtener respuestas favorables antes del sábado, endurecerán las medidas de protesta, incluyendo cortes de calles y rutas de acceso a la ciudad.
El conflicto no es nuevo. El predio, propiedad del empresario José Balut, ha sido objeto de múltiples clausuras desde que la ordenanza N°7857 entró en vigor. Según las autoridades municipales, la medida busca ordenar el comercio urbano, pero para los afectados, representa un golpe directo a su sustento diario.
Con más de 500 familias dependiendo de la actividad de la feria, la falta de alternativas genera indignación. “Es en estas fechas cuando podemos hacer la diferencia. En lugar de ayudarnos, nos están hundiendo. Los políticos toman estas decisiones desde el desconocimiento de lo que significa vivir al día”, lamentó una trabajadora.
La comunidad reclama una solución inmediata que contemple tanto el cumplimiento de las normativas como el derecho al trabajo. En un contexto económico complejo, la clausura de espacios como la Feria Jujuy solo profundiza las desigualdades y la precarización laboral.
El tiempo corre para cientos de familias que dependen de la feria. La pelota está ahora en manos del Ejecutivo municipal, que deberá decidir si mantiene su postura o atiende el clamor de una comunidad al borde del colapso económico. (www.REALPOLITIK.com.ar)