4 de marzo de 2025 | Municipales
En la madrugada del 16 de noviembre de 2022 un grupo de vecinos se acercó a los despachos de los concejales Juan Manuel Granillo Fernández y Cintia Mansilla para advertirles sobre un desastre inminente. Según su testimonio, la esquina de 601 y 116 bis, en el Barrio Alegre de Villa Elvira, sufría graves inundaciones cada vez que llovía.
Este reclamo no era nuevo; al contrario, se trataba de una problemática histórica. Las lluvias provocaban el desborde del arroyo Maldonado, que arrasaba con las humildes viviendas de la zona. Ante la preocupación vecinal, los concejales emitieron una resolución instando al departamento ejecutivo a tomar medidas para “evitar y controlar el desborde pluvial”. Sin embargo, nada se hizo al respecto
“Es un reclamo de toda la vida, pero somos humildes y a nadie le interesa nuestro pedido de ayuda. Durante la gestión de Julio Garro, el intendente aparecía cada tanto y nos regalaba colchones. No queríamos los colchones, queríamos dejar de inundarnos, pero nunca nos escuchó”, expresó un vecino, con el agua por los tobillos en su propio comedor.
Finalmente, en la noche del domingo 2 de marzo de 2024, ocurrió lo que todos temían: el arroyo Maldonado volvió a desbordarse por las intensas lluvias y el agua entró a raudales. En pocos minutos, los vecinos caminaban por el interior de sus casas con el agua por las rodillas.
“Los daños por el agua son irreparables y las pérdidas irrecuperables. Se presentó la documentación ante el Concejo Deliberante de La Plata, pero no hubo respuestas”, aseguró un vecino afectado. “El Concejo debe cumplir los compromisos asumidos, pero se olvidaron de nosotros”.
Las inundaciones no son un problema exclusivo de Villa Elvira. En distintas zonas de La Plata, cada temporal genera estragos, afectando tanto a vecinos como a productores hortícolas.
En localidades como Lisandro Olmos, Abasto y Etcheverry, los productores denuncian la falta de obras de drenaje, caminos intransitables y plantaciones destruidas por el agua. La falta de inversión en infraestructura es el centro del problema. Sin caminos adecuados, sin zanjeo ni drenaje, y con el colapso del sistema de alcantarillado, los barrios periféricos quedan a la deriva con cada tormenta.
Las tormentas que azotan La Plata provocan anegamientos en calles y el ingreso de agua en numerosas viviendas, generando angustia y desamparo en los damnificados. En barrios como Villa Montoro, Altos de San Lorenzo, Carlos Cajade y Villa Elvira, muchas familias se ven obligadas a autoevacuarse o a trabajar contrarreloj para salvar lo poco que les queda.
En plaza Moreno, las inundaciones alcanzaron los 107,6 mm, mientras que Tolosa registró 95 mm y Olmos 92 mm. Mientras tanto, la municipalidad de La Plata asegura que está desplegando operativos de asistencia, pero los habitantes exigen respuestas concretas y soluciones estructurales.
El drama de las inundaciones en La Plata es un problema de larga data que, pese a los reclamos y las advertencias de los vecinos, sigue sin recibir la atención necesaria. El barrio Alegre es prueba de ello. Sin planificación urbana ni obras de infraestructura adecuadas, los vecinos seguirán perdiendo sus pertenencias, sus viviendas y, en muchos casos, incluso la esperanza de vivir en condiciones dignas. (www.REALPOLITIK.com.ar)