Neuquén anuncia reparto de fondos, pero persisten dudas sobre la eficacia de las políticas sociales

En medio de un contexto nacional de ajuste, el gobierno de Neuquén anunció con bombos y platillos la distribución de 1.968 millones de pesos entre 57 municipios y comisiones de fomento, destinados a reforzar políticas sociales para niñez, adolescencia, mujeres y personas mayores. La medida, que representa una asignación 12 veces superior a la del año anterior, busca descentralizar la gestión y permitir respuestas más rápidas a situaciones de vulnerabilidad. Sin embargo, especialistas en políticas públicas advierten que el aumento de fondos no siempre se traduce en mejoras reales si no hay una planificación integral, control efectivo y capacitación adecuada en los territorios.

Según lo establecido en el Decreto N°205/25, los primeros 492 millones se girarán durante el primer trimestre del año. Los montos varían según la categoría municipal, oscilando entre 12 y 6 millones de pesos. El gobierno asegura que el objetivo es empoderar a los gobiernos locales con autonomía financiera y administrativa para actuar con mayor eficacia en casos de riesgo social.

El ministro de Gobierno, Jorge Tobares, destacó la extensión de la política a los 57 gobiernos locales de la provincia –cuando en 2024 solo habían participado 22– y subrayó la necesidad de “respuestas más rápidas y sensibles”. En la misma línea, el intendente de Junín de los Andes, Luis Madueño, afirmó que utilizarán los recursos para contratar profesionales y reforzar la prevención.

Pese al optimismo oficial, voces críticas recuerdan que muchos municipios carecen de equipos técnicos formados para implementar correctamente las leyes marco a las que se hace referencia (como la Ley 2302 de protección integral de niños y adolescentes, o la Ley 2786 contra la violencia hacia las mujeres). También cuestionan si los mecanismos de rendición trimestral y el control desde la Subsecretaría de Familia serán suficientes para evitar desvíos o subejecuciones.

Más allá del desembolso, la pregunta que queda es si el aumento presupuestario implicará cambios concretos y sostenibles para quienes más lo necesitan, o si quedará en una cifra rimbombante dentro del boletín oficial. La descentralización, sin acompañamiento y sin presencia real del Estado, puede transformarse en abandono encubierto. (www.REALPOLITIK.com.ar)