Comedores al límite: "Un millón y medio de chicos se acuestan sin comer"

Según Ramiro Berdesegar, la jornada de lucha del martes fue un punto de unidad entre más de 50 organizaciones sociales de todo el país. "Ha sido una jornada que unificó al conjunto de los movimientos populares, no solamente a los que conformamos la UTEP, sino también a territorios en lucha y el Frente Nacional de Lucha Piquetero", sostuvo.

En un tono crítico, el referente de la Corriente Clasista y Combativa denunció el abandono estatal a las organizaciones sociales desde la llegada de Javier Milei al poder. "Desde que asumió este gobierno los programas sociales quedaron congelados. El Potenciar Trabajo pasó a llamarse Volver al Trabajo y Acompañamiento Social, pero sigue pagando lo mismo: 78 mil pesos", explicó.

A modo de ejemplo, relató con crudeza el drama cotidiano de miles de beneficiarios: "Una compañera que trabaja en un comedor cobra el día 5, le paga al policía del barrio, paga las cuentas, y ya ni va al cajero, porque no le queda nada".

Berdesegar también cargó contra la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. "El 2 de febrero del año pasado, Pettovello dijo 'si tienen hambre, hagan la fila'. A los pocos días hicimos una fila de 30 cuadras. Hasta hoy no ha garantizado un solo paquete de fideos", denunció.

Además, criticó la eliminación del Fondo de Integración Socio-Urbano, que permitía ejecutar obras en barrios populares: "Ese fondo garantizaba cientos de obras y trabajos en los barrios. Hoy lo eliminaron por decreto". Según detalló, entre las tareas realizadas con ese financiamiento se encontraban redes de agua, veredas y mejoras eléctricas en barrios como Alto del Tolo y San Cayetano, en La Plata.

Para Berdesegar, la falta de respuesta institucional abre la puerta a otras problemáticas más graves. "Cuando el estado no empuja una política que contenga, crece otra: la del narcotráfico, el narcomenudeo, el consumo problemático", advirtió.

A pesar del panorama sombrío, destacó la persistencia de los sectores populares: "Todos los días la siguen luchando. Siguen abriendo los comedores, siguen sosteniendo las unidades productivas como pueden".

Consultado sobre la posibilidad de diálogo con el oficialismo, fue tajante: "No hay interlocución. Todo lo que hacemos es para sentarnos a hablar, pero las consecuencias del ajuste son brutales". En este sentido, criticó el impacto de las políticas actuales sobre los trabajadores informales, las pymes y los jubilados: "Tenemos menos recursos, pero más comensales en todos los comedores. Hoy los jubilados pasaron a ser habituales", dijo.

Frente al desamparo estatal, Berdesegar reconoció el aporte de distintas instituciones. "Es importante la contribución del gobierno provincial, del gobierno municipal, de la UNLP con su fábrica de alimentos, y de vecinos y comerciantes que colaboran como pueden", señaló. "Hacemos rifas para comprar cebolla. Ese es el lazo solidario que ellos quieren romper fomentando el individualismo más atroz", concluyó.

Con contundencia y sin rodeos, Berdesegar pintó un cuadro crudo de la realidad social en la Argentina de hoy, donde —según sus palabras— "sobrevivir se ha convertido en una hazaña". (www.REALPOLITIK.com.ar)