Frío, cortes y abandono: La Quebrada de Humahuaca sufre apagones reiterados

En plena ola de frío, los vecinos de la Quebrada de Humahuaca enfrentaron nuevamente un apagón prolongado que dejó sin suministro eléctrico a localidades como Tumbaya, Maimará y Humahuaca durante casi cuatro horas. La interrupción comenzó cerca de las 16 del miércoles y recién fue restablecida alrededor de las 20 horas, afectando a miles de usuarios en una zona donde los cortes ya se volvieron parte de la rutina.

Desde la empresa EJESA, prestataria del servicio, informaron que el problema se debió a un daño en una línea de media tensión, aunque los vecinos no tardaron en cuestionar la falta de mantenimiento estructural, la precariedad de los postes y la ausencia de mejoras visibles en el tendido eléctrico, especialmente en sectores de difícil acceso.

“Hace frío y la gente se congela en sus casas”

Amara, vecina de Maimará, contó a Radio 2 cómo el corte eléctrico afectó no solo a los hogares sino también a las escuelas, donde muchos estudiantes dependen de calefacción eléctrica. “Justo ayer, uno de los días más fríos, se cortó la luz cuando los chicos estaban en clase. Las estufas eléctricas no funcionaban y muchos se congelaron literalmente en sus casas”, relató con preocupación.

Además, denunció que la empresa suele avisar tarde, cuando el corte ya se produjo, y que las explicaciones que brindan —como la caída de postes o cables por el viento— no se condicen con una política real de prevención. “Dicen que hacen mantenimiento, pero no se nota. Hay postes viejos que están a punto de caerse y no los reemplazan”, advirtió.

Tensión baja, tensión alta: los electrodomésticos, las otras víctimas

Más allá de los cortes, los vecinos también sufren fluctuaciones constantes de tensión, que afectan gravemente sus aparatos eléctricos. “Sube y baja la tensión todo el tiempo. Ya perdimos electrodomésticos por eso y nadie responde”, afirman desde distintas localidades.

El tendido eléctrico, en gran parte, recorre zonas montañosas de difícil acceso visual, lo que complica aún más el seguimiento ciudadano del estado de la infraestructura. “Desde la ruta no se ve si hay cambios, y eso nos deja sin herramientas para exigir mejoras”, explicó Amara.

Un problema que se repite y un silencio que desespera

Mientras el frío aprieta y la demanda de energía aumenta, los pobladores de la Quebrada sienten que la empresa no da la cara y que el Estado provincial mira para otro lado. Reclaman un plan integral de inversión en la red eléctrica que garantice un servicio digno y continuo, acorde a las condiciones climáticas extremas que vive la región.

Por ahora, solo tienen incertidumbre, velas y frazadas. (www.REALPOLITIK.com.ar)