2 de julio de 2025 | Gremiales
El dirigente relató que en los últimos días “desalojaron aproximadamente unos cien vendedores en la localidad de Morón”, una postal que se replica en distintos puntos del conurbano bonaerense. “Es un intendente más que en el último tiempo se está sumando a echar a los vendedores y a reprimirlos”, lamentó.
Respecto de la reapertura parcial de La Salada, Omar Guaraz explicó que “lamentablemente la mayoría de los vendedores han quedado afuera”, ya que “las condiciones que les ponen para volver a trabajar los deja excluidos”. Según detalló, la Justicia exige que “de un día para el otro estén todos bancarizados, que no se venda en efectivo y que todas las ventas queden reguladas”, algo que describió como “un paso que se debe hacer pero no de golpe”.
El dirigente sindical remarcó que La Salada es un símbolo de la economía popular y que, antes del cierre, “le daba de comer a unos 60 mil laburantes”, además de abastecer a comerciantes de todo el país y permitir que millones de argentinos se vistan a precios accesibles.
“Hoy, el 85 por ciento de los vendedores que pagaban monotributo y tenían todo en regla quedaron afuera. La Salada, que es el ícono de la informalidad en Argentina y de la cual viven centenares de miles de argentinos, prácticamente ya no existe más”, advirtió.
Guaraz también denunció presiones internacionales detrás de la intervención judicial: “El gobierno de Estados Unidos le pidió a Alberto Fernández intervenir el tema de La Salada, hablando de marcas apócrifas, pero la marca es una excusa”, dijo. Y continuó: “Lo que se está haciendo es avanzar contra la soberanía nacional, y con el gobierno de Javier Milei esto se profundiza”.
Frente al endurecimiento de los controles, el referente sindical alertó que “muchos de los vendedores de La Salada están invadiendo hoy las calles del conurbano para buscar un lugar donde vender y vivir”. Según indicó, “vamos a ver una movida de distintos intendentes para empezar, al igual que sucedió en la Ciudad de Buenos Aires, a reprimir y echar vendedores”.
Finalmente, Guaraz pidió comprender la dimensión social de este fenómeno: “De La Salada dependen laboralmente centenares de miles de personas o millones de argentinos”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)