3 de julio de 2025 | Internacionales
"El 24 de este mes se anunció una tregua entre Irán e Israel, impulsada en gran parte por la mediación de Qatar", explicó Anderson Riverol. No obstante, advirtió que los ataques de baja intensidad aún continúan y que la amenaza del programa nuclear iraní no se ha disipado completamente: "Militarmente, Irán fue diezmado. Se destruyeron muchas instalaciones clave gracias a la tecnología israelí y al apoyo indirecto de Estados Unidos. Sin embargo, el acuerdo sólo implica una no agresión, no una solución definitiva".
El analista destacó que esta tensa calma en Medio Oriente es solo aparente y que el equilibrio de poder aún es precario: "Irán sigue siendo un actor peligroso a nivel global, con vínculos con grupos irregulares en Europa y en la región, como los hutíes en Yemen". A su vez, subrayó la participación de Turquía, que ha manifestado su deseo de que la paz también se extienda a la región de Gaza, en un contexto en el que Ankara busca aumentar su influencia regional.
Sobre la figura del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Riverol aseguró: "Su posicionamiento frente a Estados Unidos lo fortalece, especialmente con Donald Trump como principal aliado. Aunque Irán proclamó una victoria, en lo nuclear y económico quedó devastado".
En relación a la política exterior argentina y la postura adoptada por el presidente Javier Milei, quien calificó a Irán como “enemigo” y lo vinculó directamente con el atentado a la AMIA, el especialista fue enfático: "Argentina ha adoptado una postura clara, pro Estados Unidos y pro Israel, desde el primer día. Eso puede traer respaldo en ciertos foros, pero también implica riesgos. Es necesario reforzar los sistemas de inteligencia y actuar con cautela, porque somos un país en vías de desarrollo y más vulnerable que otros vecinos que mantienen neutralidad".
Asimismo, Riverol señaló que "toda posición internacional tiene consecuencias" y que "la alineación con determinadas potencias puede repercutir en las relaciones con otros actores clave, como los países del Medio Oriente con los que Argentina ha tenido históricamente buenas relaciones comerciales y diplomáticas".
Finalmente, sobre el panorama geopolítico actual, el analista internacional sostuvo que, aunque la tregua entre Irán e Israel bajó la intensidad del conflicto, el mundo sigue inmerso en una gran polarización ideológica y tecnológica: "La digitalización ha politizado todo, incluso a los niños. Y esa hiperpolitización también moldea el modo en que los conflictos se perciben y se difunden, tanto en América Latina como en Europa".
En ese sentido, concluyó que, para la Argentina, “la clave será mantener una política exterior coherente, pero estratégica, que entienda el rol del país en el tablero global y evite exponerse innecesariamente en conflictos ajenos que puedan tener consecuencias internas”. (www.REALPOLITIK.com.ar)