2 de julio de 2025 | Pastillas de Colores
"Después de la epopeya de la construcción, llegábamos casi sin aliento, es decir sin resto, a este 28 de junio de 1985", inicia su viaje en el tiempo Katja Alemann: hace cuarenta años se inauguraba Cemento, un lugar fundamental en tiempos donde la cultura rock argentina se estaba expandiendo hacia la masividad pero aún carecía de salas propias más allá de bares y pubs. Quedaba en Estados Unidos 1234, entre Santiago del Estero y Salta.
"Con el piso recién hecho, con una mano de kerosene para sellar y una lluvia torrencial, un diluvio propiamente, se inundó el lugar, ya que no habíamos llegado a arreglar los agujeros en el techo de chapa. Omar se subió en medio de la tempestad y cual Próspero trató de poner tablas en los más grandes", continúa Katja, que en ese entonces era pareja de Chabán y juntos inauguraron un lugar que inicialmente no estaba pensado solamente para el rock, pero que el tiempo lo terminaría ubicándose casi exclusivamente en ese sitio.
"Yo en mi casa preparando mi atuendo sola, tarea complicada, entre anudarme el corset y hacerme el peinado, después de que esa misma tarde me había sentado en un taxi con el asiento lleno de mierda, que no registré hasta que el olor persistente me hizo buscar de dónde venía y me di cuenta de que me había sentado encima. Fue un vaticinio para la inauguración, que habíamos venido promocionando meses con volantes, en esa época no había redes, recuerden, y a pesar de que Omar insistía que no podíamos abrir con todo inundado, le dije 'abrimos igual' y vinieron en circulación como 5000 personas", describió en una publicación de su cuenta personal en la red social Facebook.
"La noche fue inolvidable. Los zapatos de todos los que vinieron quedaron embadurnados con el kerosene y pastina del piso, bailando sin parar con la música del DJ Daniel Nijensohn, embriagados por tanta felicidad. Ahí empezó la gran batalla cultural de la primavera democrática: incluir a todos los públicos y todos los artistas en un espacio solidario y combativo, que desarticule prejuicios y tabúes, rompa convenciones y nos integre a la Vanguardia global. La dictadura había dejado a vastos sectores dormidos y domesticados. Fue una gesta", asegura la también actriz, bailarina y cantante.
"Construido por mí y comandado por Omar, que no cejó nunca en inventar hechos artísticos y promover una tupida agenda cultural, Cemento llegó a ser la Catedral del Rock, además del espacio policreativo e interdisciplinario que se propuso desde los inicios", detalló. "Hoy no existe más. Lo tiró abajo CABA para hacer un depósito. Permanece en la memoria de varias generaciones, y en documentales", dijo con cierto lamento, aunque también advirtió que tiene pendiente "la tarea de clasificar el material audiovisual inédito que tengo guardado".
La gran repercusión que tuvo su posteo (17 mil likes, más de mil compartidos y casi dos mil comentarios) generaron que ella misma agregara: "Muchas gracias a todos por mantenerlo vivo en la memoria. Es mi consuelo cada vez que paso por ahí y veo lo que hicieron". (www.REALPOLITIK.com.ar)