7 de julio de 2025 | Nacionales
A veces, los regalos hablan más de lo que uno imagina. Y cuando se trata de una presidencia marcada por el caos, las redes sociales, la timba financiera, los dogmas esotéricos y una criptoestafa en expansión, los obsequios que recibe el jefe de estado pueden leerse casi como una tragicomedia nacional.
En los primeros meses de 2025, el Registro de Obsequios de la Administración Pública —creado por el decreto 1179/16— dejó constancia de una serie de regalos curiosos, entregados al presidente Javier Milei y a su omnipresente hermana Karina. Todos libros. Todos, de alguna manera, inquietantemente pertinentes.
El 20 de enero, Milei recibió “El mundo de las criptomonedas Blockchain y otros medios de pago”, un guiño directo a su fascinación por los activos digitales, justo antes del estallido de la criptoestafa de $Libra, que hoy salpica de lleno a su entorno y principalmente a su hermana Karina. La obra fue un regalo de su autor, Fasola Ernesto, empleado del Banco de la Nación Argentina.
Casi como si el universo quisiera dejar una advertencia, el 3 de abril Karina Milei recibió de parte de abogado penalista, Donna Sebastián Alberto, otro regalo: “Compliance y delitos económicos-financieros”. Un título que, en cualquier otro contexto, parecería un manual de prevención. En el contexto actual, se siente como una ironía del destino.
El 9 de mayo, en pleno furor místico-espiritual, el presidente recibió “Identidad Animal”. Quienes conocen su vínculo casi religioso con sus perros clonados sabrán que el título, obsequio de su autor, el psicólogo Francisco Zaldivar Larrain, no parece casual. Unos meses antes, en febrero, había recibido cuatro ejemplares de “Popy, Salchicha Rey de Claromecó”, un libro infantil con nombre de fábula que bien podría adaptarse a una historia de poder, castillos y animales sagrados.
Según Silvano Nuñez Juan Martín, el autor que obsequió la obra, "su lectura nos da a conocer las inefables andanzas cotidianas de Popy, sea en sus luchas epopéyicas contra los cangrejitos del arroyo en Claromecó (o) sus persecuciones a los gatitos vecinales”.
En ese marco, Rosell Juan le obsequiaría "Reformas o declive".
El 10 de febrero Teva Sebastian le hizo llegar dos libros titulados “Motivos para votar a la izquierda”. Quizás, uno de ellos estaba destinado a su hermana. No se sabe si los leyó o si simplemente los dejó en una repisa para la visita de algún trotskista de paso. Lo cierto es que ahí están, asentados en el registro, esperando quizás una segunda vuelta.
En marzo recibió “Los pecados del poder”, de Sara Carlos Manuel, y en abril una trilogía que podría interpretarse como un spoiler del final de este experimento libertario: “Ciudad de Presos”, “Ciudad de Presos 2” y “Los nunca ángeles”. Los títulos, obsequiados por Andrés Fernando Cantelli y dignos de una distopía, fueron registrados en la mismísima Casa Rosada y serán destinados a la residencia presidencial de Olivos.
Epílogo: ¿Premoniciones o sarcasmo ciudadano?
Todos estos libros fueron entregados por personas humanas, muchas de ellas anónimas para la esfera pública. Pero sus regalos parecen hablar por ellos: hay ironía, advertencia, burla y, acaso, hasta un intento casual de conjuro literario.
Mientras el gobierno se tambalea entre acusaciones judiciales, internas políticas, operaciones de inteligencia amateur y escándalos financieros, el archivo oficial de los regalos presidenciales ofrece, sin proponérselo, una crónica de época.
Libros que hablan de delitos económicos, de criptoactivos, de animales, de cuentos para niños y de las razones para votar a la izquierda. Como si el futuro de la Argentina ya hubiera sido escrito… al menos, en las dedicatorias. (www.REALPOLITIK.com.ar)