11 de julio de 2025 | Interior

Del sindicato a las urnas

Neuquén y Santa Cruz: Los gremios avanzan con poder propio y quieren disputar el escenario electoral

Desde Neuquén hasta Santa Cruz, pasando por Chubut y Río Negro, referentes sindicales ganan músculo político y se preparan para competir con estructuras propias en las próximas elecciones legislativas.

Lo que comenzó como una excepción se va transformando en una constante: los gremios de la Patagonia ya no se conforman con ser aliados de partidos tradicionales y empiezan a construir sus propios espacios electorales. Desde Neuquén hasta Santa Cruz, pasando por Chubut y Río Negro, referentes sindicales ganan músculo político y se preparan para competir con estructuras propias en las próximas elecciones legislativas.

En las últimas horas, el nuevo partido Más por Neuquén, liderado por el referente estatal Carlos Quintiqueo, fue reconocido oficialmente por la Justicia Electoral, tras superar el umbral de afiliaciones exigido por ley. La jueza Carolina Pandolfi, del Juzgado Federal N.º 1 de Neuquén, habilitó al espacio para iniciar su proceso de normalización y convocar a elecciones internas.

Pero este fenómeno no es nuevo. En las provincias patagónicas, los petroleros fueron los pioneros en incursionar en la política desde el sindicalismo. El Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, bajo la conducción del fallecido Guillermo Pereyra, logró posicionarse con fuerza dentro del Movimiento Popular Neuquino (MPN), marcando agenda y negociando candidaturas. Su sucesor, Marcelo Rucci, continúa esa estrategia, y ahora también impulsa el flamante espacio Fuerza Neuquina y Federal, que proyecta un papel central para las elecciones de 2027.

En Chubut, el histórico dirigente Jorge “Loma” Ávila también ha sabido ocupar bancas legislativas sin necesidad de fundar un partido propio, integrándose en listas de peso. Sin embargo, otras expresiones sindicales sí optaron por construir estructuras electorales. El gremio de Camioneros, encabezado por Jorge Taboada, participa con el espacio Cultura, Educación y Trabajo, desde el cual ya accedió al Congreso. A su vez, Alfredo Béliz, al frente del sindicato de Empleados de Comercio, lidera el frente La Fuerza del Trabajo Chubutense.

Desde Luz y Fuerza, bajo la conducción de Héctor González, también se analiza avanzar en la creación de un espacio electoral propio, pese a su histórica pertenencia al peronismo provincial.

En Río Negro, los referentes de los trabajadores estatales, Rodolfo Aguiar y Rodrigo Vicente, conducen Unidad Popular, una fuerza que aún evalúa si se presentará en soledad o en alianza, probablemente con el sector peronista opositor al gobierno nacional de Javier Milei.

El caso más resonante, sin embargo, es el de Santa Cruz, donde el sindicalismo logró lo que durante dos décadas parecía imposible: derrotar al kirchnerismo. El líder petrolero Claudio Vidal, con su espacio SER, no solo llegó a la gobernación, sino que también conquistó varias intendencias y cuenta con representación mayoritaria en la Legislatura provincial, además de bancas en el Congreso nacional.

Lejos de ser "furgones de cola", los sindicatos en la Patagonia han aprendido a jugar en la cancha grande de la política. Ya no solo son codiciados por su capacidad de movilización o como proveedores de votos, sino que hoy pretenden protagonizar la construcción del poder desde estructuras propias. (www.REALPOLITIK.com.ar)