11 de julio de 2025 | Interior
La unidad del peronismo en Córdoba se desmorona y el escenario electoral comienza a dividirse en tres bloques: el oficialismo provincial liderado por Martín Llaryora, el sector kirchnerista, y un delasotismo renovado que apuesta a marcar su propio camino. Al frente de esta tercera vía, Natalia de la Sota confirmó que competirá en las próximas legislativas por fuera del armado tradicional, en un frente claramente opositor a Javier Milei.
"Coherencia en el rechazo a las políticas del Gobierno nacional" será el eje discursivo con el que De la Sota intentará capitalizar el descontento de los votantes históricos del PJ cordobés, hoy huérfanos de representación clara. “No se puede mirar para otro lado cuando Milei avanza cruelmente sobre jubilados y sectores vulnerables”, insisten desde su entorno, en clara alusión a la actitud del gobierno provincial en el Congreso, al que acusan de haber votado "todo lo importante" del oficialismo libertario.
Uno de los puntos que más indigna a la diputada nacional es que los legisladores cordobeses ni siquiera acompañaron la creación de una comisión investigadora por la polémica visita de diputados libertarios a represores condenados por delitos de lesa humanidad.
En paralelo, en su entorno descuentan que Juan Schiaretti no encabezará ninguna boleta y continuará en su rol de “mecenas” del espacio oficialista. En ese marco, De la Sota se prepara para disputar una banca en Diputados confrontando directamente con Llaryora, con el objetivo de quitar votos tanto al oficialismo como al kirchnerismo cordobés.
Aunque la campaña legislativa es el objetivo inmediato, en el equipo de De la Sota ya piensan en marzo o abril de 2027, cuando el actual gobernador busque su reelección. “Natalia no quiere un cargo, quiere discutir el rumbo del peronismo cordobés”, aseguran cerca suyo. Para muchos, su mensaje también busca interpelar a la dirigencia interna del PJ: “Llaryora construye con un ‘partido cordobés’ que no contempla al peronismo tradicional”, advierten.
A esta estrategia se suma un factor táctico clave: la boleta única de papel, que permite competir sin una gran estructura de fiscales. “No necesitamos 9.000 fiscales como antes. Podemos dar pelea con mucho menos”, sostienen.
La fecha límite para definir alianzas es el próximo 7 de agosto, y todo indica que De la Sota inscribirá su propio frente, por fuera del PJ cordobés y del nacional, replicando la maniobra política que su padre, José Manuel de la Sota, ejecutó en 1986 cuando enfrentó al peronismo tradicional con el sello de la Democracia Cristiana y el eslogan “saltemos el charco”. Aquella vez salió segundo, pero se quedó con el control del peronismo provincial. (www.REALPOLITIK.com.ar)