8 de agosto de 2025 | Municipales
“Fue una semana con algo de tensión cambiaria, pero no lo ampliaría al resto de la economía. Lo que hubo fue presión sobre el tipo de cambio, aunque sin llegar a tocar las bandas establecidas por el gobierno. No hubo intervención oficial porque el esquema de libre flotación entre los 900 y 1.100 pesos sigue funcionando”, explicó Julio Irurueta.
El economista recordó que, desde hace meses, distintos sectores advertían que el dólar estaba “barato”, y que era previsible que el mercado reaccionara con una suba: “Si está barato, los agentes económicos compran; si se pasa, el precio baja. El propio mercado encuentra su punto de equilibrio. Lo importante es entender que este tipo de fluctuaciones ya no reflejan una crisis estructural”.
Respecto de los dichos del ministro de Economía, Luis Caputo, y su ya famosa frase “comprá, campeón”, Irurueta relativizó su impacto: “Pensar que alguien sale a comprar dólares porque lo dijo el ministro es muy básico. Lo que pasó es que parte del mercado ya consideraba que el dólar estaba barato. A eso se sumó el fin de la liquidación del campo, los pagos de intereses de deuda —el gobierno compró unos 1.500 millones de dólares— y el aguinaldo, que genera una demanda adicional”.
Sobre la posibilidad de que la suba del dólar se traslade directamente a los precios, fue tajante: “Hoy no se va a dar ese traslado como en el pasado, porque no hay convalidación monetaria. Las empresas intentan aumentar, pero el comerciante no acepta pagar más si sabe que el consumidor tampoco puede pagar. El salario no acompañó, y eso limita la suba de precios”.
No obstante, reconoció que sí habrá aumentos en productos dolarizados o con componentes importados, aunque descartó una espiral inflacionaria como en otras épocas. “Una pizza, por ejemplo, no debería subir 20 por ciento porque subió el dólar. Si el gas o la energía aumentan, tal vez tenga un impacto mínimo, pero no proporcional”, detalló.
Finalmente, Irurueta se refirió a las posibilidades de generación de divisas que tiene la Argentina: “Las principales fuentes siguen siendo las exportaciones del campo y, a futuro, todo lo vinculado con hidrocarburos e industrias como el litio. El turismo hoy no está generando un ingreso significativo, pero con un tipo de cambio más competitivo podría recuperarse”.
“El dólar pasó a ser un bien más dentro de la economía. Se va a mover como cualquier otro precio: por oferta y demanda. Lo que tenemos que entender es que esto no significa una crisis, sino un cambio de régimen que trae fluctuaciones normales en un mercado sano”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)