8 de agosto de 2025 | Nacionales
El gobierno nacional nunca consiguió compatibilizar economía y política. La victoria de Javier Milei, con el 57 por ciento de los votos, había conseguido disimular ese desequilibrio, ya que pocos eran los que estaban dispuestos a confrontarlo ante un resultado tan contundente. Pero el tiempo fue pasando, los desplantes y agresiones hacia el Congreso de la Nación Argentina, la falta de cumplimiento de los compromisos sellados, y un clima social que comienza a denotar la inquietud y la preocupación extrema de una sociedad empobrecida comenzaron a tensar los ánimos políticos. Mucho más cuando Karina Milei, con los Menem como laderos, decidió ir a escupirles el asado a los gobernadores en sus propios territorios, creando listas competitivas de La Libertad Avanza. Si ya los gobernadores se sentían estafados por la falta de reconocimiento a su apoyo, la simple idea de ser desplazados en sus propios feudos resultó indigerible. De esa frustración surgió la iniciativa de algunos de ellos de crear una tercera fuerza nacional, no para ganar las elecciones actuales a nivel nacional, sino para llevarse el premio mayor en las presidenciales de 2027. Es por esta razón que sólo se sumaron algunos, que los votos de sus legisladores pueden parecer contradictorios. Lo que queda claro es que todos ellos buscan consolidarse en sus territorios para tratar de proyectarse a la Nación dentro de dos años.
Las decisiones de la Cámara de Diputados de la Nación no sólo deben medirse por cuestiones elementales, como las normativas sobre salud o el presupuesto universitario, sino sobre todo porque tiraron abajo varias de las reformas que pretendió imponer Federico Sturzenegger. La dirigencia política dejó en claro que no está de acuerdo con liquidar el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) o Vialidad Nacional, quedando a un suspiro de alcanzar los dos tercios de las voluntades. Esta cifra es la que causa pesadillas en el gobierno, ya que es la que permitiría eliminar las facultades extraordinarias concedidas a Milei y los DNU emitidos para destruir al estado y beneficiar a los sectores más encumbrados del establishment y de la timba financiera. También permitiría aprobar un presupuesto para 2026 al que el gobierno debería ajustarse, en lugar de hacer lo que le parece, sin rendir cuenta, con las finanzas públicas.
Pero aún hay más, ya que dos tercios es la ecuación que permitiría concretar un eventual juicio político que expulsara a Milei de la presidencia. Y el presidente está débil: el avance de la causa de la estafa $Libra en los EE.UU. lo está poniendo contra las cuerdas, a punto tal que su excanciller, Diana Mondino, afirmó en una entrevista internacional que “O no es muy inteligente, o es un estafador”. Nada, definitiva, que buena parte de los argentinos no coincida.
Este jueves por la mañana los coletazos de la votación impactaron en la Casa Rosada. Otra vez volvió a tensarse la relación entre Santiago Caputo y Karina y sus menemitos. Y es que el Mago del Kremlin aprovechó para dejar en claro que, si le hubieran hecho caso y negociado con los gobernadores en lugar de apuntar a hacerles morder el polvo en sus provincias, nada de esto hubiera pasado.
Tal fue el impacto de la votación que, entre gallos y medianoche, se decidió sacar a pasear a Milei a La Matanza, sin anunciar a qué parte iría, para evitar escraches y expresiones de repudio. El primer error fue exponerlo en una elección provincial que el peronismo parece encabezar por 3 puntos, según la mayoría de los encuestadores, y que en el equipo de campaña de “El Jefe” reconocen como muy difícil de ganar. En definitiva, pretender llegar a la victoria profundizando un ajuste brutal y sin límite alguno no parece ser la mejor estrategia para reconquistar a los votantes blandos del balotaje de 2023, sobre todo si a ese torniquete constante se lo acompañan con medidas que permiten obtener beneficios excepcionales a bancos y fondos de inversión y que destruyen el crédito para las familias y las empresas, o bien se da marcha atrás con las retenciones. No hay una sola medida en favor de las mayorías. Los gobernadores lo han comprendido, y hasta el panperonismo que, pese a sus cisma interno, lleva adelante su campaña con un silencio de radio interno que sorprende.
El segundo error de la excursión matancera de Milei fue la bandera con la frase “Kirchnerismo. Nunca Más”, banalizando así una consigna clave del consenso democrático vigente desde 1983. Tal vez los mileístas intensos lo celebren, pero las encuestas demuestran que, por más que algunos conserven alguna expectativa sobre la economía, lo que la sociedad repudia mayoritariamente son los contenidos de su pretendida “batalla cultural”. No es casual que las menciones y apoyos que recibe en las aplicaciones haya caído a menos del 10 por ciento de lo que tenía en los meses iniciales de su gobierno. Despojado de su ejército virtual sólo le queda Patricia Bullrich para socorrerlo.
Tras el ruido generado por la escalada del dólar, su subida parece haberse calmado, para retroceder algunos escalones. Esta comprobación justifica la sospecha de que esa suba fue promovida por el propio gobierno para tratar de corregir el atraso cambiario que nunca admite en público, y que le permitió regalar a los tomadores de dólar futuro entre 500 mil millones y un billón de pesos en el cierre del 31 de julio. Además, con la demostración explícita de respaldo que le dio el Fondo Monetario Internacional al aprobarle las metas incumplidas, disminuirle drásticamente los requisitos firmados y liberar los 2 mil millones de dólares del segundo envío, quedó en claro que cualquier aproximación de su cotización a la banda superior contará con poder de fuego para apagarla, utilizando los dólares del organismo de crédito internacional. Y no sólo eso: también el FMI postergó todo control hasta el año próximo. Sin pudor, le dio manos libres para hacer lo que desee a Luis Caputo, Santiago Bausili y su banda.
Si el dólar tiene como techo los 1.450 pesos y la tasa de interés que acordó el gobierno es del 65 por ciento -por ahora, ya que podría subir en los próximos vencimientos-, queda diseñado el escenario para retornar al carry trade, el sueño húmedo de los especuladores financieros. No es casualidad que el J.P. Morgan que recomendó un par de semanas atrás retirarse de la bicicleta para consolidar posiciones en dólares, ahora de un brusco viraje para sostener lo inverso. Así el dólar subió, por lo que es más conveniente liquidarlo a su nueva cotización para hacer tasa en pesos. De este modo, si un inversor invierte de 1.000 a 1.370 dólares y coloca los pesos en una LECAP a 3 por ciento mensual, en cuarenta días tendrá 1.411.100 pesos. Además, si el dólar baja en el interín, podrá recomprarlo más barato, obteniendo un beneficio doble.
Pero para garantizar la continuidad de esta estafa de guante blanco el gobierno necesita ganar las elecciones y demostrar que cuenta con un grado de gobernanza sólido. Las encuestas que empiezan a aparecer, las votaciones del Congreso, las iniciativas de los gobernadores, los focos cada vez mayores de protesta social y las declaraciones de varias corporaciones empresariales, incluida la Unión Industrial Argentina, si bien no le bajan el pulgar tampoco autorizan a dar por descontada una victoria del oficialismo. Tal vez por eso algún afilado “mandril” confíe en off que lo que intentan Caputo y JP Morgan es aprovechar lo que podría ser la última oportunidad durante un tiempo para robarle la bolsa a un ciego. Queda claro que, después de octubre, la política económica deberá cambiar, que el ministro Caputo podría tener una salida como diputado nacional porteño o alegar cansancio moral para retornar a las playas brasileñas. En definitiva, él estará a cubierto. Pero Javier y Karina Milei, causa $Libra y otros tantos entramados oscuros y esquemas Ponzi en los que están involucrados, no lo estarían tanto. (www.REALPOLITIK.com.ar)